Técnicos de la dirección provincial de Recursos Hídricos (que depende de la secretaría de Estado de Recursos Naturales y Servicios Públicos) están investigando el origen de una “mancha de coloración negruzca” que detectaron en el río Colorado, cerca de Barrancas, el 14 de marzo pasado. Aunque aún están en análisis las muestras que tomaron en el lugar, los especialistas estiman que la causa del cambio de coloración es la remoción de sedimentos durante el terremoto que tuvo su epicentro en Chile el 27 de febrero.
Tras una serie de inspecciones aguas arriba, el 20 de marzo pasado, los especialistas llegaron hasta la cabecera del arroyo Chadileu, afluente del río Barrancas. Allí encontraron huellas del deslizamiento de uno de los mallines de la zona y de material constituido por sedimentos finos de coloración negruzca. En ese lugar se tomaron las últimas muestras de agua remitidas al laboratorio del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS).
Hasta el momento, en el análisis de los muestreos realizados, si bien “se registró un incremento en los contenidos de sólidos suspendidos y en algunos iones minoritarios, en líneas generales no fueron detectadas anomalías en la calidad de las aguas que hicieran peligrar la aptitud de las mismas para los usos registrados en la cuenca”, explicaron desde la dirección.
Estimaron también que los desmoronamientos de sedimentos en el arroyo “probablemente son producto de los últimos sismos ocurridos en la región”.
Una mancha negruzca cerca de Barrancas
El domingo 14 de marzo pasado, personal de la municipalidad de Barrancas denunció ante la dirección de Recursos Hídricos la presencia de una “mancha de coloración negruzca que avanzaba aguas abajo” sobre el río Colorado.
Al día siguiente, inspectores de la Comisión Técnica Fiscalizadora del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (CTF Coirco), con asiento en Rincón de los Sauces, recorrieron la zona en busca de la mancha. Abarcaron desde el puente carretero de la ruta nacional Nº 40 sobre el río Barrancas hasta el puente dique sobre el Colorado.
De inmediato, descartaron que el cambio de coloración fuera por un derrame de hidrocarburos. No obstante, del 16 al 18 de marzo, tomaron muestras de agua del río Barrancas y de distintos puntos del río Colorado que remitieron al laboratorio del EPAS.
Sin embargo, como las anomalías persistían en el tiempo, personal de la municipalidad de Barrancas continuó la investigación y logró determinar que el aporte provenía del arroyo Chadileu, aguas arriba de la localidad, cuyas nacientes están ubicadas en la ladera Este del sistema Domuyo. Por ese motivo, solicitaron una nueva inspección de los especialistas de Recursos Hídricos. Desde el organismo accedieron al pedido y pidieron también la participación de técnicos de la dirección provincial de Minería. Tras viajar 14 horas a caballo, el equipo de profesionales llegó a la cabecera del arroyo Chadileu y allí encontró los rastros de un desmoronamiento de mallines y sedimentos.
El grupo que realizó esta última inspección estuvo integrado por cinco profesionales: tres de Minería, uno de la subsecretaría de Medio Ambiente y uno de la CTF Coirco, con el apoyo logístico de la municipalidad de Barrancas y colaboración de Defensa Civil de la provincia. La dirección de Recursos Hídricos asumió los gastos del relevamiento.
Fuente: Subsecretaría de Información Pública - Gobierno de la Provincia de Neuquén |
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