El doctor Juan Leónidas Minetti, titular del Laboratorio Climatológico Sudamericano, brindó una conferencia sobre “Perspectivas Climáticas a Largo Plazo”, dirigidas especialmente a productores santiagueños. Al respecto comentó que lo que presentó es un diagnóstico del clima desde comienzo del siglo pasado hasta la actualidad, poniendo énfasis en el proceso de sequía experimentado entre los años 2003 y 2009, cuando se interrumpió por efecto de El Niño y el calentamiento del mar en el Atlántico. En esta oportunidad, presentó las perspectivas para el resto del otoño y el invierno y lo que se puede esperar para el verano próximo. En este sentido, indicó que “aparentemente hasta ahora y en base a los primeros indicios que tenemos, se va a cortar el evento de El Niño en este transcurso, pero se espera que los otros factores que intervienen en la definición de precipitaciones acompañen, de manera que no haya un corte abrupto de la lluvia en la primavera, y en el verano podamos tener otra buena campaña agrícola. De ahí para adelante es posible que retorne la sequía”, remarcó.
Consultado sobre los efectos de la última sequía, el doctor Minetti destacó que el daño más importante se observó en la zona del sur de Corrientes, norte de Entre Ríos, pero más particularmente en el norte de Santa Fe, “allí estuvo concentrada la pérdida más grande de lluvias. Es más, un dato a tener en cuenta es que el año pasado se han producido 60 millones de toneladas de granos, cuando el año anterior, aún con sequía, se han producido 90 millones de toneladas, es decir que se ha perdido el 30% de la producción de grano, parte debido a problemas climáticos, pero ensamblados con los de índole políticos”.
Sobre los efectos de la agriculturización del suelo en el clima, el especialista explicó que si a nivel global se suman todas las perturbaciones que produce al sacar la biota natural, sí puede estar produciendo un cambio a nivel climático.
Por último no descartó que puedan registrarse temperaturas más extremas, “hay una posibilidad clara”, remarcó y agregó: “Ya lo hemos vivido en la primavera del año pasado, con días de temperaturas superiores a 45º que han batido records históricos, esa es una señal de que está cambiando. Los inviernos han tendido a moderarse, producto del calentamiento global. No obstante con la aparición de la sequía hemos tenido inviernos bastante crudos y en algunos casos se ha extendido hacia el otoño y la primavera”.
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