El proceso de desertificación, principal problema ambiental y productivo rural en la estepa arbustiva de Río Negro y sudoeste de Buenos Aires, lleva varias décadas de impacto, pero hasta tanto no afectó duramente la calidad de vida del habitante urbano, no cobró importancia en la consideración pública.
Así lo expresa un profundo informe de situación con algunas recomendaciones elaborado por la Universidad Nacional de Río Negro, luego de que se realizara en esta capital una jornada de debate sobre el tema, de la que participaron técnicos en la materia y autoridades de diferentes organismos.
En ese escrito, se aporta además un dato que permite visualizar la magnitud del problema, obtenido en el marco de la Evaluación de la Desertificación en la Patagonia realizada por el convenio de cooperación INTA-GTZ (INTA Bariloche), que indica que, exceptuando la cordillera y los valles, la estepa rionegrina tiene un 28% de su superficie con erosión leve a moderada, un 50% con erosión media/grave y un 22% con erosión grave a muy grave.
La desertificación es la pérdida de la capacidad productiva de los suelos por degradación de la vegetación y el suelo, y que en el caso de esta zona, expone a la erosión eólica como su manifestación más espectacular.
Esta situación que afecta a las zonas urbanas de Viedma y Patagones –expresada en la voladura de suelos– ha conmocionado a las poblaciones respectivas y ha instalado el tema en la agenda política y de los medios.
Las causas, según indica el informe elaborado por la UNRN luego de aquellas jornadas realizadas a principios de marzo, son complejas, de origen natural o por la acción humana. Entre las primeras, se encuentra la baja cobertura vegetal, suelos sueltos, vientos fuertes y sequías y en las causas antrópicas están el sobrepastoreo, la extracción de leña, incendios y cambio de uso de la tierra a cultivos anuales.
Las consecuencias son disminución de la vegetación y pérdida del suelo, grandes voladuras de polvo, avance de la degradación y desertificación y pérdida de los bancos de semilla de especies nativas, con el impacto socioeconómico que eso genera.
El desmonte, que en el partido de Patagones en los últimos 30 años alcanzó aproximadamente unas 450.000 ha y en el departamento de Adolfo Alsina en los últimos 25 años involucró alrededor de 80.000 es uno de los elementos más importantes en la generación del efecto de desertificación.
Si después del desmonte se hicieran pasturas perennes, los problemas de voladuras de suelos y de pérdida de fertilidad se minimizarían. En muchas circunstancias se hace agricultura, en áreas con graves limitaciones de suelo y clima, con una tecnología para tierras húmedas, mas allá de que en algunos casos específicos, sería posible realizarlo con laboreo mínimo, sostiene el informe en sus conclusiones.
Elaborarán un plan estratégico con actores públicos y privados
"El problema de la desertificación tiene varios componentes. Entre otros, el mal aprovechamiento del recurso hídrico, las malas prácticas agrícolo-ganaderas en tierras no aptas y eventualmente, una situación de deforestación que genera consecuencias", sostuvo el secretario de Medio Ambiente de la Nación, Homero Bibiloni, quien el viernes hasta las 22 dio una charla a referentes locales para analizar distintas problemáticas.
El funcionario nacional relativizó el impacto de la sequía sobre el complejo. "La lluvia es como una aspirina para una jaqueca, si no se resuelve el problema estructural, el problema estará de nuevo. Lo que se acordó es elaborar un plan estratégico con actores públicos y privados para crear programas de acción concreta", afirmó luego de esa charla, en diálogo con "Río Negro".
Relató que desde el organismo a su cargo se está "trabajando desde hace mucho tiempo con el INTA en un programa estratégico, que es un financiamiento del Fondo Mundial del Ambiente para toda la Patagonia con una acción vinculada a la producción ovina y caprina, mantenimiento de pastizales y buenas prácticas, para contener socialmente al pequeño y mediano productor".
Por otra parte, con el Ministerio de Agricultura y Ganadería, el Inta y la Subsecretaría de Recursos Hídricos se trabaja en "una articulación conjunta para atacar estructuralmente el problema de la desertificación".
Por otro lado, Bibiloni dijo a "Río Negro" que "hay experiencias pésimas en minería. Argentina tiende que darse el debate, en especial en aquellas provincias mineras".
|
|
|