Autoridades de la Secretaría de Obras Públicas realizaron una visita técnica a la obra de la planta de tratamiento de efluentes de la Curtiembre de Nonogasta. El objetivo consistió en trabajar en conjunto con la Inspección estatal, una inspección externa contratada a tal fin y la empresa constructora y técnicos de la Curtiembre para aunar criterios de la obra.
El secretario de Obras Públicas, Juan Fernando Cárbel, recorrió el viernes las instalaciones de la obra de la planta de tratamiento de efluentes de la empresa Curtume CBR Ltda., ubicada en Nonogasta.
También estuvo el ministro de Infraestructura Javier Tineo, además de los directores generales de Obras, Ciro Montivero y de Obras de Infraestructura Valerio Luna. También el gerente general de la Planta Curtume CBR Ltda. Roberto Perino, Gonzalo Galán de Higiene y Seguridad de la misma empresa y el responsable de la empresa constructora RIEC SA, Adrián Iturbe.
La presencia de las autoridades de Gobierno tuvo como objetivo, hacer un "balance" de las tareas realizadas durante "los meses que lleva la obra, para programar el resto". "El balance es bueno, tenemos un 50 por ciento de la obra civil terminada".
Para el funcionario de Obras Públicas, "la evaluación es muy positiva, se trata de una obra distinta y es la primera (de este tipo) que hace la Provincia". Dadas estas características, explicó que se tuvo que "contratar personal idóneo para hacer las inspecciones". Las mismas son diarias y semanales desde la Secretaría a su cargo, indicó Carbel y agregó: "Es una obra compleja, con un proyecto único".
Por otra parte, informó que el financiamiento se está haciendo con fondos provinciales y reiteró que están "a la espera que la Nación envíe las partidas de dinero para afrontar estos pagos y está presentado también el compromiso nacional del aporte total del pago".
Costos
La obra cuesta 12 millones de pesos y tiene un plazo de ejecución de 12 meses.
Consta de tres etapas. En la primera, se separan los residuos gruesos y finos y se mitiga todo el olor. En la segunda etapa, se trabajará con los residuos de cromo y su reutilización.
En la tercera, toda el agua residual se volcará a un sistema de reciclado que podría destinarse para la forestación. En este sentido, la empresa ya está haciendo pruebas al respecto. Se colocaron 60 plantas, en 6 especies distintas y se está probando la reacción a futuro con el agua de riego.
Entre las utilidades podrían aplicarse a los árboles para el uso de su madera, como madera para combustión y forestación ornamental.
Otro de los usos podría ser el riego por goteo de aproximadamente 300 hectáreas con el agua obtenida de los residuos de la planta.
Funcionamiento
Osvaldo Cado, autor del proyecto dijo que esta pensada para separar los líquidos que tienen mayor carga orgánica y que salen del Establecimiento.
Por tratarse de un proceso complejo, Cado trató de simplificar el funcionamiento y dijo que se "ataca esta primera mitad (de agua) por dos motivos: el primero, que es la que va a terminar definitivamente con los olores que se generaban en la zona debido a las lagunas de tratamiento. Y el segundo, porque tomaron la corriente de agua menos salina, de manera tal de tener la posibilidad de utilizar esta agua para riego de especies arbóreas".
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