La posibilidad de instalación de una empresa minera que desarrolle explotación a cielo abierto en la meseta central de la provincia, sigue dando tela para cortar. Por un lado se están analizando los campos de esa zona de la provincia para saber exactamente con que cantidad de cuencas del vital elemento se dispone para evaluar posteriormente si el proyecto minero es viable en función del agua que se necesita para su desarrollo y las posibilidades de contaminación que el funcionamiento de este tipo de producciones trae aparejadas.
Por otro lado subyace en el sector productivo, sobre todo en los propietarios de campos de la zona, una gran preocupación acerca de lo que se quiere hacer y es por ello que las sociedades rurales de la provincia se encuentran proporcionado herramientas y asesoramiento a los productores para poder dar luego su opinión al respecto de esta propuesta.
Es en este marco que el Instituto Provincial del Agua participa de los estudios previos que se están realizando en el Gobierno de Chubut, desde el ministerio de Coordinación y con el ministerio de Ambiente, en la elaboración de un mapa de la cuenca hídrica de la meseta central, de cara a la posible instalación del proyecto minero. Así lo indicó el funcionario a cargo del Instituto, Esteban Parra en diálogo con El Diario este fin de semana.
Este trabajo estaría terminado dentro de aproximadamente cuatro meses y serviría para saber de cuanta agua dispone la provincia en ese sector. Asimismo el titular de ese organismo, dio una dimensión aproximada de la cantidad de agua que se utilizaría de prosperar el proyecto minero e indicó que los informes presentados por la empresa hablan de alrededor de 3 hectómetros, lo equivalente al agua utilizada para riego en 100 hectáreas de producción agropecuaria.
Así lo estimó Parra quien explicó acerca de los trabajos de cuantificación del agua que “en eso estamos trabajando, hay un trabajo conjunto que está coordinado por el Ministro Coordinador, Pablo Korn, donde estamos trabajando desde distintas áreas. Está el área de minería, el área de Medio Ambiente al que le toca controlar la calidad y el Instituto Provincial del Agua al que le toca hacer el balance hídrico en cuanto a cantidad”.
El funcionario provincial explicó que “es un trabajo que realizamos con todos los técnicos que están sacando todos los datos de base acerca de las cuencas que están afectadas a la explotación. Así que estimo que en un trabajo de cuatro o cinco meses se van a tener datos más concretos de lo que es la cuenca”.
Comparaciones
Al referirse al uso de agua potable en este tipo de actividades mineras, Parra aseguró que “creo que hay que compararlo con otros ríos y otras actividades productivas que usan agua potable. Por ejemplo en el caso del río Senguer los petroleros usan agua y tienen una concesión sobre este uso”.
Recordó además que “este uso de agua también da una rentabilidad en forma indirecta a la provincia y a todos los usuarios, entonces creo que cuando uno pone en discusión estos temas hay que tener en cuenta también estos datos”.
Asimismo el titular del organismo provincial creado para el control del recurso, señaló que “por supuesto que cuando comparamos, el agua siempre está más enfocado al agua potable y al sector agropecuario. Pero eso no quita que hay otros sectores de la industria que pueden sumarse al uso del agua. Hay que discutir cuanto es la cantidad que consumen y si en su proceso no producen ningún grado de contaminación”.
Parra insistió en que “hay otros sectores industriales que usan el recurso agua, como puede ser la pesquera, el sector textil, en el Valle Soriano hace uso del agua. Creo que todos pueden hacer uso del agua pero tanto en el consumo como en los efluentes hay que tener control y todas las precauciones para no producir ningún grado de contaminación”.
Cantidades a utilizar
En ese marco afirmó que “se pueden tener todos los controles”, al tiempo que ejemplificó que “cuando hablamos de cantidad, aproximadamente por lo que está presentado en el anteproyecto del proceso de explotación que se prevé desarrollar, la empresa plantea un consumo de unos 3 hectómetros. Ese consumo de 3 hectómetros es equivalente al consumo de agua para riego de cien hectáreas del Valle”.
El funcionario explicó además que “para tener una dimensión de lo que se utilizaría. Si se confirman esos valores, la empresa estaría consumiendo para la explotación lo mismo que consume un productor con cien hectáreas de producción agropecuaria. Ese sería el equivalente de lo que ellos consumen”.
Finalmente relató que “con respecto al tema del control de calidad, nos toca trabajar con el Ministerio de Ambiente que en todo el proceso el efluente que produce, sea tratado y cuidado de la contaminación”. |
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