En una nota, sostiene que la obra “protegería y aseguraría el normal suministro a todas las comunidades de la zona y por consiguiente la protección de la salud”en momento donde escasea o se corta el servicio para realizar algunas mejoras.
Según el comunicado que llegó a la redacción: “La mayor parte de las actividades humanas demandan el uso del agua y se tiene que tener en cuenta que solo el 3 por ciento del agua de nuestro planeta reúne las condiciones requeridas”. Por lo que el “Estado tiene que continuar cuidándolo y darle las seguridades que corresponda”. A todo esto mencionó que “se producen muchas descargas al río (Chubut) debido a la construcción de de nuevos barrios, barracas e industria en general”, que determinan cambios en su calidad.
“El hombre –dicen las líneas- impacta contaminando el medio natural por distintas formas y causa infiltraciones a las napas freáticas con el peligro de que las mismas trabajan con el río”. Citó un ejemplo entre tantos: “En el Parque Industrial de Trelew desde un comienzo y en su desarrollo se instalaron industrias como tintorerías, curtiembres, laneras y otras que produjeron excedentes químicos altamente contaminantes que se transportaron por un ducto hacía las lagunas creadas por CORFO (…). Teniendo en cuenta los suelos que se encuentran por debajo de la costa de la laguna y existiendo en los mismos distintos mantos permeables hacía por lo menos 12 metros de la superficie actual, por lo que solicito se investigue el drenaje de los líquidos altamente contaminantes hacia las zonas bajas”. Y “si los mismos llegaron a mezclarse con la napa freática del Valle Inferior hay que darle la importancia y la solución correspondiente”.
También “en hospitales –ejemplificó- se tratan muchos pacientes por problemas gastrointestinales producidos a las aguas contaminadas debido a la falta de controles ambientales”. Más allá de esto, la nota describe que “se hicieron varios viajes a lo largo del Río Chubut en otros años comprobando toda clase de irregularidades”, según escritos de la época. Es por ello que “solidito que se realicen nuevos recorridos y análisis de tipo bacteriológicos y metalógeno para comprobar los problemas existentes”. Y que “el Estado en manos del partido que gobierne tiene que ejercer controles más rigurosos sobre el agua”.
Todos los fundamentos expuestos llevan a Julián Hernández a solicitar “un acueducto de 110 kilómetros para tomar agua del lago Dique Ameghino, que de acuerdo a los datos técnicos sería de la ´cota 127´, ya que la mismo no arrastraría los elementos de superficie ni la decantación del fondo y con una planta potabilizadora en el lugar”. Además de la construcción de un “gran tanque de reserva instalado en la misma planta para un buen tratamiento, filtrado y cloración controlada. También construir 2 tanques más de reserva en su recorrido”. De este modo se daría una solución al suministro en la esta zona de Chubut |
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