Luego de esperar durante más de dos días por soluciones de parte de la Municipalidad ante el desborde de las cloacas, ayer por la tarde vecinos del barrio 96 viviendas de Saladillo cortaron la calle Seguí entre Isidoro Medina y Campaña.
Al arribar a esa parte del barrio, en diagonal a Plaza Raed, una gran cantidad agua sobre la calle de tierra de vereda a vereda y el olor nauseabundo que emana de los líquidos cloacales, dan cuenta del justo reclamo de los vecinos ante esta problemática que, dicen, no es la primera vez que ocurre.
Por la mañana de ayer, esta realidad se había transformado en indignación en los vecinos que comenzaron a reclamar y a hacer públicos sus pedidos; pero por la tarde, esa indignación se transformó en acción y ante la falta de soluciones por parte de cualquier representante del Municipio decidieron tomar sogas, bolsas de plástico y botellas vacías para cortar la calle, colgándolos de planta a planta.
Además firmaron entre los vecinos un petitorio que será presentado mañana en mesa de entradas de la Municipalidad, en el Concejo Deliberante y en los medios de comunicación. Buscan que la solución que les brinden sea definitiva y no sólo momentánea.
Marta, una vecina, dijo que las cloacas comenzaron a rebalsarse el jueves a las 14 y que hasta ayer por la tarde (es decir 48 horas después) no habían tenido respuestas desde Obras Sanitarias, que les dijeron únicamente que "tenían un camión roto".
"Estamos viviendo peor que los chanchos... Esta cuadra está intransitable y el olor es insoportable. Vivimos como en una cárcel porque no se puede ni respirar. Acá no se acercó ningún funcionario, nadie, solamente los medios", dijo Marta
En coincidencia con la opinión de otras vecinas del barrio, Marta aseguró que este barrio "está discriminado" por las autoridades ya que desde el año 1989 no se han realizado obras, mientras que barrios construidos luego ya cuentan con pavimento.
"No estamos disconformes con las viviendas pero sí con el mantenimiento, porque hasta las luces en las esquinas tuvimos que poner nosotros. Acá hay muchos lugares sin luz, en las calles intermedias. Pero para cobrarnos el alumbrado público sí están. Jamás vinieron a poner una luz, a pasar una máquina o a ver que nos pasaba, salvo cuando se acercan las elecciones", afirmó.
Respecto a las versiones que los tienen como culpables del taponamiento de los caños de la cloaca, Marta dijo que no es la primera vez que los culpan demostrando aún más la discriminación hacia ellos.
"Cuando llueve la cloaca de la esquina empieza a rebalsar... ¿tenemos que seguir viviendo así?", se preguntó indignada. Los vecinos sostuvieron que los líquidos cloacales y la basura escurre hacia el canal 17 por lo cual la contaminación es mayor. "Hoy nos cansamos", concluyó. |
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