El mandatario brasileño, Lula da Silva, lanzó ayer, junto a la candidata presidencial Dilma Rousseff, un programa de obras de infraestructura y viviendas, por más de 800 mil millones de dólares, a ser ejecutado por el próximo gobierno, a partir de 2011. Lula afirmó que tiene la "obligación" de dejar a su sucesor un conjunto de proyectos por un monto de cerca de 532.000 millones de dólares para ser implementados entre 2011 y 2014, y de otros 300.000 millones después de 2014. "Dinero no falta", aseguró Lula, que cuestionó los obstáculos burocráticos para poner en marcha obras públicas.
"Aprendimos que destinar dinero para los proyectos es fácil pero para la ejecución hay que romper diversas barreras", explicó. El mandatario consideró necesario dar continuidad a los proyectos iniciados en su gobierno y sostuvo que las inversiones gubernamentales deben ser "un compromiso del Estado", sin importar la orientación política del futuro presidente.
En un acto en el que participaron los miembros del gabinete, gobernadores y alcaldes, Lula presentó las líneas generales del Programa de Aceleración del Crecimiento 2 (PAC 2). Se trata del segundo capítulo del PAC 1, anunciado por Lula en enero de 2007, poco después de asumir su segundo mandato, con inversiones que entonces fueron de más de 250 mil millones de dólares. Según el gobierno, el 66% de esos proyectos del PAC 1 ya fue ejecutado, una cifra que no es compartida por la oposición.
"Este PAC 2 no es de Lula, a mí quedan nueve meses en el gobierno, queremos que sea para quien venga a gobernar", insistió el presidente. Lula espera que el próximo jefe de Estado "no encuentre el país que encontramos nosotros, sin proyectos en marcha", en alusión a su predecesor, Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB).
Unos 490 mil millones de dólares del PAC 2 (a ser gastados entre 2011 y después de 2014) corresponderán a proyectos de energía, el 80% de los cuales serán absorbidos por la petrolera Petrobras.
Otro segmento será destinado a las construcción de usinas hidroeléctricas en los ríos Madera, estado de Rondonia, y Xingún, en el estado de Pará, ambos en la región amazónica.
Lula fue el principal orador del acto en el acto donde también participó la ministra de la Casa Civil, Dilma Rousseff, candidata presidencial del oficialista PT. Rousseff remarcó la importancia de los recursos que serán invertidos, unos 90.000 millones de dólares, en planes de viviendas y urbanización de favelas. Entre 2007 y fines de 2010 el gobierno construirá un millón de viviendas en el programa Mi Casa, Mi Vida 1.
La funcionaria, que este jueves dejará el gobierno para lanzarse a la carrera electoral, dijo que a partir de 2011 se pondrá en marcha Mi Casa, Mi Vida 2, con el cual se planea edificar dos millones de viviendas, el 60% de las cuales serán para familias con menos de tres salarios mínimos (750 dólares).
"Garantizar el hogar es algo sagrado", remarcó Rousseff, quien se encuentra en segundo lugar en los sondeos divulgados desde enero, encabezados por el precandidato presidencial José Serra, actual gobernador del estado de San Pablo, y dirigente del PSDB.
El PSDB, de Serra y el ex presidente Cardoso, denunció a Lula y Rousseff ante el Tribunal Superior Electoral por hacer "campaña electoral encubierta" a través de actos del gobierno. La semana pasada ese tribunal multó a Lula en 5.500 dólares por violar la legislación y hacer proselitismo antes del inicio de las campañas hacia la presidencia, que comenzarán en junio.
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