Brasil ve "con mucho interés" el proyecto de un puerto de aguas profundas en Rocha que impulsa el presidente José Mujica; intentará involucrar intereses brasileños y el apoyo del Banco Nacional de Desarrollo.
Lula viajará a Uruguay el 3 de mayo y los gobiernos de ambos países buscarán llegar a ese día con "noticias más concretas" y poder realizar anuncios en este sentido, informó el asesor del presidente brasileño, Marco Aurelio, tras participar de la cena entre los mandatarios y sus delegaciones.
Aurelio manifestó la posibilidad de que empresarios siderúrgicos de Brasil se instalen en Uruguay, para lo que su gobierno hará gestiones. Expresó que Mujica tiene interés en exportar hierro "con valor agregado", lo que "podría combinar perfectamente la siderurgia con el puerto de aguas profundas.
El canciller Luis Almagro destacó la voluntad de Brasil en el crecimiento de la Unasur, los puntos de acuerdo en interconexión energética, ferroviaria, otras obras de infraestructura y el puerto de aguas profundas, temas que se trabajarán en abril para "concretar avances importantes cuando se dé la visita del presidente Lula al Uruguay".
El ministro de Industria, Roberto Kreimerman, dijo que el planteo de Mujica sobre posibles inversiones mineras "tuvo muy buena recepción" y se habló "del futuro desarrollo de la industria metalúrgica", puesto que en Uruguay existe capacitación y mano de obra, pero Brasil "tiene una experiencia muy importante". Acotó que habrá que esperar los resultados de las prospecciones y el desarrollo de estas inversiones, sobre la base de que cuando uno encuentra hierro, encuentra también otros minerales".
Este tema "desemboca en el planteamiento de la posible colaboración brasileña" en construir un puerto de aguas profundas, declaró Kreimerman.
Pollos. Ambos gobiernos lograron un acuerdo para destrabar el reclamo de Brasil para que se habilite el ingreso de pollos de ese país, pero buscarán que los privados lo respalden.
Dicho acuerdo pasa por permitir el ingreso de 1.440 toneladas anuales de pollo brasileño a Uruguay (120 toneladas mensuales) que representa el 4% de las 75 mil toneladas que se producen en Uruguay desde el 1° de julio, a cambio de que el país norteño deje sin efecto las trabas y restricciones para el ingreso de lácteos, pescado fresco, ganado en pie y carne enfriada uruguaya, informó el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre. El ministro se reunirá con representantes del sector avícola para discutir este tema y adelantó que se tomarán medidas fiscales y de estímulo a las exportaciones que apuntan a que el sector avícola busque su rentabilidad genuina creciendo en la exportación.
El libre acceso de los pollos brasileños al mercado local, impedido hoy por barreras sanitarias controvertidas, que el propio ministro reconoció que esa situación era insostenible, es un viejo reclamo de Brasil.
En la tarde de ayer, Mujica había dejado entrever la solución, expresó que se tiene "que buscar la forma, sin afectar en profundidad los intereses de la avicultura uruguaya, de todas maneras servir en el plano diplomático económico internacional que Brasil, que es un gran competidor internacional, no le endilguen que sus vecinos digan que tiene problemas sanitarios, cosa que lo perjudica. Esto es mucho más importante que la potencialidad de compra del mercado uruguayo".
En la pasada jornada quedó cerrado el acuerdo para la creación de un comité de planeamiento estratégico e integración productiva, para desarrollar proyectos entre ambos países. Además, el Banco Brasil pasará a ser una agencia bancaria en Uruguay y apoyará las inversiones brasileñas en el país.
Lidera y "paga la cena"
El presidente Mujica ratificó ayer que Brasil debe ser el portavoz de la región latinoamericana ante la comunidad internacional. "Brasil tiene que liderar la presencia política de América Latina, no porque quiera sino por la concentración de recursos que tiene. El mundo se está organizando en bloques gigantescos y nuestro portavoz debe ser Brasil, pero el problema es que el que invita paga la cena", dijo Mujica en Brasilia, al referirse al precio político de ser el "líder" de la región. "Más vale tener amigos en un gobierno como el de Brasil", señaló ayer el mandatario antes de su encuentro con Lula.
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