El río Paraná continúa bajando y se estacionó, sobre el puerto de la capital provincial, en 4,52 metros.
Cuando el agua se va, a su paso, deja huellas en la infraestructura que sólo se solucionan con inversión.
En la zona del Puerto Nuevo los funcionarios de los diferentes organismos que tienen sus sedes allí reconocen que los muelles necesitan reparaciones.
“Hace 10 años que no se hacen trabajos de mantenimiento en los cuatro muelles”, contó un alto funcionario del Puerto que pidió que reserva en su nombre.
Inversión. Para poder realizar los estudios en los muelles se necesitan embarcaciones especiales para trabajar desde el río. En la ciudad, la empresa aceitera de Bajada Grande habría contratado una empresa para que estudie el muelle que se encuentra en la zona para volver a utilizar el minipuerto. Este es el único informe que se realizó sobre las estructuras que están sobre el río y lo hizo una empresa privada.
En su momento la Municipalidad de Paraná pidió un informe sobre la situación del galpón Nº 1. Aquella vez un buzo táctico realizó una primera evaluación en donde se advertía que los cimientos del Puerto necesitaban reparaciones.
Con el agua bajando, las secuelas se empiezan a observar a simple vista, pero en el puerto saben que la erosión está haciendo su trabajo.
En la Aduana desde hace un tiempo no reciben más camiones para evitar la circulación del tránsito pesado. Ahora habrá que esperar si se realizan los estudios para saber en qué condiciones está el paseo por el que circulan miles de personas diariamente.
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