Hace un siglo, cuando todavía el Danubio era azul, pululaban los esturiones beluga, al igual que los salmones en el Rin, el otro gran río alemán. Pero la industrialización, las canalizaciones y los embalses destruyeron el hábitat de ambas especies.
Esas intervenciones y otras formas de regulación de las corrientes fluviales impiden tanto a esturiones como a salmones nadar río arriba para depositar sus huevos, un ritual milenario sin el cual las especies desaparecen.
Además, la pesca excesiva del esturión beluga (huso huso) para recolectar el apetecido caviar negro contribuyó a diezmarlo. Hoy muy pocos de estos peces habitan el Danubio, y aun hay menos salmones en el Rin.
Pero tal situación está a punto de cambiar gracias a un proyecto en el que cooperan organizaciones y autoridades ambientales de ocho de los 10 países europeos que el Danubio atraviesa. El objetivo es repoblar el río con las diferentes familias de esturiones.
Para ello, la Red de Áreas Protegidas del Río Danubio, conocida también como Danubeparks, está utilizando ejemplares de esturiones encontrados en el río en un proyecto de cría de peces para repoblarlo.
Ambientalistas de Danubeparks descubrieron en diciembre en el área protegida de Drau, en Hungría, un ejemplar rarísimo de esturión bastardo (Acipenser nudiventris), al cual transportaron a una estación de cría, a la espera de encontrar un segundo ejemplar del pez, para intentar su procreación.
"Sería imperdonable ver con los brazos cruzados cómo desaparecen los últimos ejemplares de esta especie que habitó los ríos de Europa desde hace 200.000 años", dijo a Tierramérica el biólogo Ralf Reinartz, de la Universidad de Münster, coautor de un estudio sobre la protección de esturiones en el Danubio, utilizado por el Danubeparks.
Este plan de reintroducción de esturiones exige que la canalización del río sea reformada, para permitir al pez nadar en libertad.
Georg Frank, coordinador del proyecto, explicó a Tierramérica que, en el pasado, la canalización y la construcción de embalses también incluyó la instalación de las llamadas escalas de peces, escaleras que deberían permitir al esturión superar esos artificiales obstáculos.
"Pero dada la dimensión que algunos de los esturiones alcanzan, de hasta seis metros, estas escaleras fueron insuficientes para permitir a los peces nadar río arriba", añadió.
Además, Frank explicó que algunos de los embalses del Danubio fueron tendidos en cañones tan estrechos que impiden la construcción de tales escaleras laterales. Uno de ellos está en Puertas de Hierro en la frontera entre Serbia y Rumania, separando el sur de los montes Cárpatos del norte de los Balcanes.
El embalse de Puertas de Hierro es particularmente nocivo para los esturiones, pues impide el acceso a un área donde el Danubio fluye libremente, y que sería ideal como hábitat para los peces.
Como alternativa a estas escaleras, el proyecto de repoblación está considerando, para transportar los peces, la utilización de ascensores, que son cabinas llenas de agua instaladas en embalses y que se elevan automáticamente varias veces al día.
Una cabina de este tipo, de 20 metros de ancho, ya es utilizada en el río Po, en Italia. Sirve para superar un embalse cerca de la noroccidental ciudad de Piacenza.
Aparte de los obstáculos que constituyen canales y embalses para los rituales de procreación y sobrevivencia de los esturiones, los biólogos del Danubeparks afrontan su propia ignorancia sobre el comportamiento de la especie, según Frank.
"No sabemos mucho sobre el comportamiento y necesidades de los esturiones en momentos cruciales de sus vidas, cuando desovan, por ejemplo", dijo Frank.
Para paliar esta falta de conocimientos, biólogos y ambientalistas de toda la cuenca del Danubio intercambian permanentemente experiencias sobre la vida del esturión, agregó.
El lanzamiento del proyecto de repoblación del Danubio con esturiones coincide con la alarma dada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) el 18 de marzo sobre el peligro de extinción de la especie.
El estudio publicado por la UICN advirtió que 85 por ciento de esturiones, "una de las familias más antiguas de peces en existencia, están en riesgo de extinción". Es el grupo de animales más amenazados de la lista roja de especies en peligro elaborada por la organización.
La UICN llamó la atención que el esturión beluga del mar Caspio, en el que desagua el Danubio, ha sido clasificado por primera vez en la historia como especie en peligro.
"El esturión beluga ha sido diezmado por la explotación implacable del caviar negro –los huevos no fertilizados del pez– considerado como el más fino del mundo", dijo la UICN.
Phaedra Doukakis, bióloga especialista de esturiones de la UICN y del Instituto para la Ciencia de Conservación de los Océanos, dijo que, dado el riesgo de extinción, "es tiempo de considerar seriamente el fin de la pesca en la región del mar Caspio y en las otras áreas donde (habitan) especies en peligro".
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