El derrumbe de parte de la ladera de un cerro cercano al arroyo Chadileo fue el origen de la mancha negra surgida en las aguas del río Colorado, a mediados de este mes, según informaron desde el COIRCO.
Esto surge -señaló un comunicado de prensa del Gobierno Provincial- del informe elaborado por una expedición coordinada por la Dirección General de Recursos Hídricos de Neuquén, con la participación de técnicos de la Dirección de Minería y del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO), que llegó hasta la zona de las nacientes del río Barrancas, uno de los dos afluentes principales del Colorado, tras una marcha a caballo de unas 14 horas guiados por un baquiano.
El grupo hizo una inspección al pie del volcán Domuyo, en los propios orígenes del Chadileo. Observó un desprendimiento de la ladera sudoeste del valle de ese curso de agua, advirtiendo en el suelo un gran contenido de materia orgánica en descomposición, perteneciente a la formación Los Molles, constituida por arcillas negras.
La expedición no visualizó el indicio de endicamiento provocado por la acumulación de material, comprobando que el arroyo Chadileo se abría paso entre el sedimento descargado por el derrumbe, que tenía una potencia aproximada de dos metros y se extendía por unos 2,5 kilómetros aproximadamente.
El grupo también advirtió que existe un área de la ladera susceptible a un posible derrumbe en un futuro no establecido.
Los técnicos tomaron muestras de aguas arriba del derrumbe y sobre el recorrido del desprendimiento y, en cada lugar, se determinaron parámetros de conductividad, oxígeno disuelto, PH y temperatura.
Cambio de
coloración
El alerta sobre el cambio de coloración de las aguas la dieron el 15 de marzo, pobladores y puesteros de la cuenca del río Barrancas.
La novedad fue transmitida a Defensa Civil de la provincia de Neuquén, iniciando acciones desde esa jurisdicción, coordinadas a través de un conjunto de organismos provinciales, entre los que participaron la Dirección Provincial de Recursos Hídricos, la Dirección de Minería y el Laboratorio de EPAS.
En forma paralela, desde el COIRCO se dispuso que inspectores de Rincón de los Sauces realizarán un reconocimiento del cauce y muestreos de agua en proximidades del Desfiladero Bayo y Rincón de los Sauces. Lo propio hicieron el Ente Provincial del Río Colorado en 25 de Mayo y el Departamento Provincial de Aguas de Río Negro en conjunto con ARSA.
Ante el desconocimiento del origen de la coloración que afectaba el agua de los ríos Barrancas y Colorado, no así el Grande, los operadores de riego optaron por cerrar temporariamente las derivaciones de caudales, hasta disponer de los análisis de laboratorio.
Una actitud similar se adopta en caso de lluvias, para evitar el acceso de sedimentos a los sistemas de riego.
De todas formas, la situación no justificó la interrupción de los servicios de abastecimiento de agua a Rincón de los Sauces, 25 de Mayo y en forma parcial a Catriel, ya que los pozos filtrantes no se vieron afectados por los sedimentos en suspensión.
El cambio de coloración de las aguas del río Colorado se extendió por el término de 7 días, para luego normalizarse.
Los resultados de los análisis permitieron comprobar que el agua que circula en la actualidad en el río Colorado no presenta riesgos tanto para el consumo humano como para la producción agropecuaria, entre otros usos, según concluyó el informe desde el COIRCO.
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