Los vecinos de diferentes barriadas continúan comunicándose a la Línea Directa de El Tribuno (4-246246) “cansados” de plantear sus reclamos ante las dependencias correspondientes y no obtener ninguna respuesta. Los vecinos de barrio El Milagro, situado en la zona este capitalina, donde residen unas 300 familias, enumeraron varias de sus necesidades. Es que desde hace más de 20 años no cuentan con redes de cloacas, “un servicio básico e indispensable en la vida de cualquier familia”, se quejaron.
La zona afectada comprende las calles Canadá, Ecuador e Italia. Claudia Mayorga, una de las vecinas, manifestó a El Tribuno que “utilizamos pozos ciegos. Actualmente están colapsados, por eso hay aguas servidas, un foco infeccioso altamente peligroso para la salud de todos. No podemos seguir viviendo de esta manera”.
El mal estado de las calles es otro problema que los preocupa. “Están en pésimas condiciones, llenas de pozos con agua, barro y grandes piedras. Ni siquiera se pueden pavimentar porque no tenemos cloacas, pedimos aunque sea un enripiado a las autoridades municipales”, rogaron los vecinos, al tiempo que señalaron los microbasurales que se forman en distintos puntos de la barriada, aunque ellos -aseguran- intentan erradicarlos.
Los residentes del barrio contaron que cuando llegaron a la zona el lugar era un “pozo gigante al que llamaban El Barranco. De a poco lo fuimos rellenando con tierra. Ahora queremos las escrituras porque ya tenemos nuestras casas, está mensurado y tenemos los planos”, relató Teresa Salas.
Barrio fantasma
“Hasta ahora no nos solucionan el problema de las cloacas. Una vez, una niña se cayó al pozo ciego. Ni hablar de las calles. La Municipalidad no viene nunca por aquí. Siempre nos prometen obras y no cumplen. Realicé los reclamos correspondientes de agua, tierra y cloacas. Me argumentan que no pueden trabajar por los desniveles”, relató Salas.
“El barrio está abandonado, es un barrio fantasma, sólo existe para los que vivimos aquí. Necesitamos que vengan, conversen con nosotros y vean lo que sufrimos. Aquí sobrevivimos día a día. Si recorren el barrio seguramente se van a morir de la tristeza”, finalizaron los vecinos. |
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