La empresa British Petroleum estableció ayer una línea gratuita para compensar a los afectados por el vertido de crudo en el Golfo de México y prometió asumir los costos de la limpieza del gigantesco derrame de petróleo, tras la explosión de una plataforma petrolera, días atrás.
Se espera que el derrame sin control, ya que el pozo afectado libera a diario en el mar 5.000 barriles de crudo, genere pérdidas multimillonarias.
"Absolutamente, pagaremos por la operación de limpieza; no hay duda de eso. Es nuestra responsabilidad y la aceptamos plenamente", dijo a la radio NPR, el consejero delegado de British Petroleum, Tony Hayward, quien llegó ayer a EE.UU. para supervisar los trabajos de contención del vertido.
El anuncio llega después de que el presidente Barack Obama insistiera el domingo desde Luisiana en que BP es "responsable" por el vertido y "pagará la factura".
BP, que operaba la plataforma que se hundió el pasado 22 de abril, dos días después de una explosión en la que murieron once trabajadores, confirmó en un comunicado su disposición a asumir la responsabilidad por lo ocurrido.
Eso incluye el aceptar solicitudes de compensación a través de una línea telefónica que operará de forma ininterrumpida los siete días de la semana y en la que se aceptarán, entre otras, reclamos de aquellos que hayan sufrido pérdidas por el derrame, como los pescadores de Luisiana.
Se desconoce por el momento a cuánto podría ascender la factura de los 5.000 barriles diarios de crudo que se calcula fluyen diariamente al mar, aunque estimaciones de distintos analistas apuntan que, sólo la limpieza, podría costar hasta 7.000 millones de dólares. De hecho, ayer senadores estadounidenses presentaron un proyecto de ley para subir de los actuales 75 millones de dólares a US$ 10.000 millones el máximo de indemnizaciones que deben pagar las petroleras en caso de daños económicos, por ejemplo por mareas negras, dijo un comunicado.
El directivo de BP precisó, de todos modos, en otra entrevista con la cadena ABC, que pese a asumir el gasto de la limpieza y otros costos asociados, la empresa "no es responsable por el accidente".
Hayward insistió en que el equipo que falló, y que ha permitido la fuga de crudo, pertenece a Transocean, propietaria de la plataforma siniestrada, de la que BP era concesionaria. El citado equipo está pensado para sellar el flujo de petróleo y gas, que va a la superficie, en una emergencia. Pero no funcionó como debía en el caso de la plataforma Deepwater Horizon.
BP dice que los trabajadores que lograron ser evacuados de la plataforma aseguran que trataron de activar sin éxito el equipo de sellado, objeto ahora de una investigación para aclarar lo ocurrido.
La Casa Blanca sostuvo que las excavaciones de un pozo alternativo para contener la pérdida comenzaron el fin de semana y su construcción tardaría 90 días. Ese pozo, considerado la "solución definitiva", serviría para inyectar un líquido más pesado que el petróleo que actuaría como una especie de tapón e impediría que el crudo siga fluyendo a la superficie.
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