De todos los diques cordobeses, es el de Pichanas, en el departamento Cruz del Eje, es el único que no registra recuperación porque en esa zona del noroeste cordobés la sequía se mantiene.
Construido en 1978 para regar una amplia zona árida, el Pichanas detenta el nivel más bajo de su historia. Como consecuencia, los habitantes de Paso Viejo, a 60 kilómetros de Cruz del Eje, dedicados a la labranza de la tierra, atraviesan unos de sus peores momentos. No son los únicos: la zona regada por el Pichanas abarca siete mil hectáreas que involucran a las localidades de Tuclame y Serrezuela, además de otros parajes como Santa Ana, Pichanas, La Brea y Las Abras.
Son parcelas dedicadas al cultivo del olivo, la frutihorticultura, los forrajes y la ganadería en menor escala. Representa la actividad diaria de unos 500 productores y el sustento para un universo de seis mil lugareños.
Si bien oficialmente el nivel del embalse acusa 30,25 metros, a casi 14 metros de su vertedero, los productores aseguran que el dique tiene hoy apenas el 20 por ciento de su capacidad con agua, porque parte del nivel que marca sería de sedimentos.
Como ahora empieza la estación seca, vaticinan que las dificultades ante la falta de riego complicarán aún más esta muy mala temporada. Los productores regionales también recriminan que la infraestructura del dique y los canales "están en estado de abandono total".
"No logramos respuesta, a pesar de nuestras visitas a los organismos provinciales. Esto es un auténtico desastre agropecuario, nada se puede plantar porque no hay agua para riego, lo cual compromete no sólo este año sino al próximo. Es la quiebra productiva de la región", afirma Luis Nogaró, un productor de alfalfa que debió despedir este año al 60 por ciento de su personal.
Rodolfo Nieves, con 25 mil olivares en 300 hectáreas, no tiene otro panorama: "Debí reducir al 50 por ciento el personal. Nosotros exportamos a Estados Unidos el aceite de oliva, ya no podré cumplir los contratos y me llegarán multas por eso. Esto pasa por no aplicar políticas productivas para prevenir estas crisis", señaló.
Lo mismo dicen los dos consorcios de riego (margen derecha y margen izquierda). "Es una gravísima crisis que ocasionará el éxodo de la gente y la quiebra de la región. Hay que mantener la infraestructura del dique pero, además, se debe hacer un estudio serio para distribuir el agua, redefiniendo el esquema", planteó el dirigente rural Ricardo Riorda. |
|
|