Investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Nordeste estudian la viabilidad de usar piedras locales para elaborar pavimentos drenantes que, a diferencia de los actuales, permiten drenar agua aportando mayor seguridad a la circulación de vehículos. En el estudio analizan las cualidades de piedras de canteras de Corrientes, Chaco y Misiones.
El pavimento drenante es una solución urbanística que consiste en una capa rígida a base de áridos que, a diferencia de los cementos y asfaltos comunes, permite la irrigación del agua a la parte inferior de la estructura o pavimento.
Es una preparación de mezcla de piedras de gran resistencia y cierta forma física que posibiliten dejar espacios abiertos entre las piedras por los cuales drena el agua hacia la parte inferior del pavimento desde donde drena el agua hacia canales laterales ubicados al costado del pavimento.
Se constituye así el pavimento drenante como una solución para evitar algunos de los problemas que se generan durante la circulación de vehículos en los caminos en presencia de agua como lo es la capa de agua que al circular levantan los autos en detrimento de la visibilidad general y el hidroplaneo que hace que los autos patinen por la presencia de agua entre las ruedas y el pavimento.
El proyecto es realizado en el Departamento de Vías de la Comunicación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) donde se están haciendo los experimentos de laboratorio en busca de encontrar piedras de canteras de la región que cuenten con las características de resistencia y forma adecuada.
El ingeniero Celso Balbi, director del proyecto, explicó que una precipitación provoca que se acumule agua sobre el pavimento de hormigón o de concreto asfáltico, y el escurrimiento depende de la pendiente transversal que causa que el agua se desplace hacia las banquinas. Pero la velocidad de ese escurrimiento está limitada por el diseño geométrico del camino.
“El pavimento drenante es una solución integral al problema de acumulación de agua pues directamente evita que se acumule agua, y además tienen otros tantos beneficios con respecto a los pavimentos convencionales” expresó el investigador a la Revista CyT.
El pavimento drenante se utiliza en muchos países. En la Argentina existen rutas construidas con este tipo, puntualmente en el sur de Buenos Aires y en el sur del país, con lo producido en canteras ubicadas en zonas también en el sur. En la región norte argentino no se utiliza debido al elevado costo de traslado de piedras desde otras partes del país.
Propiedades de las piedras
Las piedras deben tener suficiente resistencia mecánica y determinada forma de las partículas, todas las caras deben presentar fractura y un determinado valor de formas lajosas o angulosas.
Estas propiedades de las piedras permiten que se las coloquen en un cierto orden sobre el cemento de base, dejando espacios entre piedras por los que drena del agua, y se escurra hacia las banquinas, que poseen unas cunetas para conducirlas a reservorios de agua pluvial.
Hasta el momento en el marco del proyecto se han analizado piedras provenientes de canteras de Corrientes, Chaco y Misiones, y se determinó que las piedras de las canteras correntinas podrían ser viables aunque se las están sometiendo a intensas pruebas de resistencia y características mecánicas y físicas.
“Para verificar si las piedras de la región son apropiadas seguimos procedimientos estandarizados y certificados internacionalmente, y a la fecha, piedras de dos canteras de Misiones y una cantera de Corrientes están superando las pruebas de laboratorio” señaló Balbi.
Beneficios
Esta tecnología de construcción comenzó a usarse en Europa hace algunas décadas, y en el país se utilizó por primera vez en el año 1997 en la Ruta 2 de Buenos Aires, y luego en la Autopista Buenos Aires-La Plata, la Autopista Ezeiza-Cañuelas, y en numerosas rutas de la Patagonia.
De las experiencias de uso de este material en Argentina se han realizado evaluaciones dando resultados favorables respecto a otros tipos de pavimento de uso masivo.
Balbi estimó que de resultar favorable la investigación que se realiza en la UNNE, el mayor beneficio serán las rutas de la región con más seguridad en la conducción, tanto por la eliminación del agua como la mayor fricción del rodado con el pavimento y la menor contaminación sonora pues al eliminarse el agua el vehículo produce menor ruido.
En cuanto al orden económico se economizará en el transporte de material pétreo durante la construcción de la ruta, así como el beneficio de las canteras de las provincias del nordeste.
El pavimento drenante no sólo tiene utilidad en rutas o caminos, sino también en pisos, veredas, caminos interiores, paseos y otro tipo de construcciones, sin embargo en el proyecto de la UNNE se estudia la viabilidad para rutas y caminos.
Otros beneficios. Respecto a otros beneficios de este tipo de construcción, Balbi comentó que tiene mayor resistencia al deslizamiento de los autos, tanto con pavimento seco como mojado, necesitándose menores distancia de frenado en ambos casos; en días de lluvia, la visibilidad aumenta debido a la reducción de las proyecciones de agua de los vehículos precedentes.
Se genera además disminución del tiempo de permanencia de superficie de rodamiento mojada; reducción del nivel de ruido tanto para los usuarios como para los habitantes de áreas cercanas al camino con pavimento drenado; menor reflexión luminosa tanto con luz diurna o con iluminación nocturna que permite ver mejor la demarcación horizontal. |
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