La lista de especies animales sobre las que se ciernen fuertes amenazas por el derrame submarino de miles de litros de petróleo en el golfo de México no tiene nada de modesta. Según Greenpeace de Venezuela, ya se pueden contar al menos 110 especies distintas de aves migratorias de EEUU, muchas de las cuales ya viven bajo amenaza de extinguirse; eso sin contar los cetáceos, las tortugas y otros animales de menor tamaño cuyas vidas corren riesgos ciertos de ser perturbadas por la mancha negra.
Entre esas aves que hacen vida en el golfo de México peligran el pelícano marrón y una especie endémica del ave insignia de Luisiana.
Según la subsidiaria local de Greenpeace, los efectos de lo que ya está por convertirse en el desastre más descomunal en su tipo, las poblaciones de mariscos de gran parte de los estados de EEUU también pueden sufrir por el derrame.Y la filial azteca de la célebre organización ambientalista añade más posibles víctimas al escape del hidrocarburo. Según reseña de la agencia Prensa Latina, Greenpeace de México reporta peligro para cuatro especies de tortugas marinas que están a punto de empezar su temporada de desove. A ellas le añaden seis especies de ballenas, amén de delfines, manatíes y nutrias de río, que hacen vida nada lejos del sitio del derrame que produce una mancha de crudo de más de nueve mil kilómetros cuadrados de extensión, generada por la fuga submarina de más de 9,8 millones de litros del carburante.
El peligro que se cierne particularmente por las aves a las que hace alusión Greenpeace, obedece al hecho de que el norte del golfo mexicano está lleno de humedales donde suelen refugiarse al menos 400 especies de emplumados.
Pero no es solamente este tipo de fauna, que de paso tiene la posibilidad de recorrer grandes distancias para escapar de la zona del desastre, la que tiene un futuro tan negro como la mancha del derrame. Una entrevista publicada en el site de la BBC Mundo, hecha a Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana Europa, señala que organismos más pequeños van a sufrir consecuencias inversamente proporcionales a su tamaño: "Los más vulnerables son los moluscos y otras especies que se alimentan de filtrar el agua. Como el agua está contaminada, los contaminantes terminan en el organismo de los animales. También los mejillones, las ostras y las almejas son especies extremadamente sensibles al vertido de petróleo", dice.
En la misma entrevista, Aguilar explica cómo las aves, siendo animales voladores, sufren por un derrame que ocurre bajo el agua: "Se les impregnan las plumas. Así pierden la capacidad de aislamiento que les da el aceite natural de las mismas y terminan muriendo de hipotermia. Otras veces mueren cuando intentan limpiarse de la contaminación, porque ingieren en el proceso los contaminantes del crudo". Añade el ecologista que la recuperación de algunos ecosistemas de fondos marinos puede tomar hasta un siglo.
Y aunque la fuente del derrame está mar adentro, la mancha negra es empujada por fuertes vientos. Eso hizo que las primeras capas de crudo tocaran a los humedales cercanos a la desembocadura del estado norteamericano de Mississippi. Añade que centenares de kilómetros de costas están amenazados en Luisiana, Mississippi, Alabama y Florida, donde hay 40% de los humedales frágiles de ese país. |
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