Una enorme mancha de petróleo está afectando a la costa estadounidense del Golfo después de que una plataforma que perforaba un pozo para BP explotara y se hundiera hace dos semanas. Las estimaciones indican el pozo está vertiendo casi 5.000 barriles de crudo al día en el mar.
Según el diario El Mundo, el portavoz de BP, David Nicholas, añadió que el derrame no había disminuido de intensidad, en una respuesta a informaciones de la prensa local que aseguraban que gran parte de la fuga había sido contenida.
Doug Suttles, jefe de operaciones de la división de exploración y producción de BP, dijo en una rueda de prensa que el mecanismo para prevenir explosiones que falló, tiene dispositivos que pueden ser cerrados para cortar el flujo del pozo.
El ejecutivo afirmó que las mediciones muestran que los dispositivos están cerrados, pero que los sellos no funcionaron "por alguna causa", y por lo tanto el flujo no se había reducido. "Apenas consigamos detenerlo o capturarlo, les informaremos", dijo Suttles.
Alabama, Florida y Misisipi solicitaron la movilización de tropas de la Guardia Nacional para reforzar los dispositivos estatales para hacer frente al impacto del vertido de crudo en el Golfo de México.
Dave Lapan, portavoz del Departamento de Estado, señaló que la solicitud es similar a la realizada la semana pasada por el estado de Luisiana. El Gobierno federal dio luz verde a la solicitud y aceptó destinar un total de 6.000 soldados de la Guardia Nacional a Luisiana.
BP, concesionaria de la plataforma que se hundió el pasado 22 de abril, dos días después de una explosión en la que murieron 11 trabajadores, dijo que asumirá el costo de las tareas de limpieza.
Además, la empresa estableció una línea telefónica a la que podrán llamar aquellos que hayan sufrido alguna pérdida a raíz del vertido para solicitar compensación. "BP está dispuesta a pagar aquellas reclamaciones verificables y legítimas", afirmó la compañía en un comunicado.
Por otro lado, BP informó de que los químicos que está aplicando para dispersar el crudo e impedir que suba a la superficie están teniendo un impacto significativo, aunque no ofreció detalles específicos.
Además, la empresa dijo que la enorme estructura en forma de cúpula en la que trabajan sus ingenieros para colocarla sobre las fugas de crudo, capturar el petróleo y bombearlo sin daño medioambiental podría estar instalada en el plazo de seis a ocho días.
Mientras tanto, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, indicó que las excavaciones de un pozo alternativo comenzaron la pasada noche y su construcción podría tardar unos 90 días.
Ese pozo, considerado la "solución definitiva", serviría para inyectar un líquido más pesado que el petróleo que actuaría como una especie de tapón e impediría que el crudo siga fluyendo a la superficie.
Por su parte, científicos de la Universidad de Miami estimaron que la marea de petróleo procedente del Golfo de México podría alcanzar la costa de Florida entre hoy y mañana.
Nick Shays, oceanógrafo de la Universidad de Miami estimó anoche que las corrientes marinas podrían trasladar la marea negra hasta las costas de Miami Beach y Fort Lauderdale, según reportó la agencia Ansa.
Shays sostuvo que el petróleo tendrá un efecto negativo sobre el ecosistema de las islas Keys, al sur de la península de Florida, y en especial sobre la barrera de coral que las rodea. |
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