El grupo petrolero British Petroleum (BP) logró sellar la menor de las tres fugas causantes de la marea negra en el Golfo de México, mientras miles de voluntarios y equipos de emergencia trataban de proteger las islas y la frágil línea costera, en peligro por el derrame de petróleo.
Voluntarios y equipos de ayuda se volcaron a la región para combatir la contaminación. Funcionarios del Pentágono autorizaron el uso de tropas adicionales de la Guardia Nacional, lo que puede significar la movilización de 6.000 efectivos en Luisiana, 3.000 en Alabama, 2.500 en Florida y 6.000 en Misisipi.
Funcionarios de gobierno estimaron además que unas 7.500 personas han acudido a proteger la costa y la fauna silvestre.
Trabajadores de la National Wildlife Foundation descubrieron una tortuga marina nadando a través de la marea negra 25 Km al sur de Luisiana. El grupo contrató un bote y navegó hacia el golfo. Pero nadie a bordo estaba entrenado para rescatar animales, por lo que acabaron viéndose forzados a abandonar a la estresada tortuga en la mancha de petróleo y se limitaron a reportar sus coordenadas. La mancha de petróleo amenaza a animales de más de 600 especies.
En Florida, las autoridades se preparaban para el impacto del derrame petrolero en caso de que la corriente lleve la contaminación a sus costas. Pero según las estimaciones no llegará en las próximas 72 horas. En las zonas costeras de Misisipi, Alabama y Luisiana, los meteorólogos calculan que la la marea negra no tocará tierra antes del fin de semana.
Días de trabajo fuera de las costas de Luisiana (sur de EE.UU.), con submarinos trabajando a 1.500 metros de profundidad, finalmente rindieron sus frutos cuando la válvula fue colocada sobre la menor de las tres filtraciones, que dejó de escupir petróleo.
El hecho no altera significativamente la cantidad de petróleo que se derrama en la zona y amenaza la frágil costa estadounidense del golfo, y el trabajo se concentra ahora en sellar las dos fugas restantes. "Calculamos que el derrame se mantendrá en el mismo nivel, aún si sólo quedan dos fugas", dijo Brandon Blackwell, jefe de la Guardia Costera. Pero "trabajar sobre dos fugas será más fácil que sobre tres. Estamos avanzando".
Se calcula que unos 9,5 millones de litros de crudo ya han ido a parar al mar desde que la plataforma de la británica BP se hundiera espectacularmente el 20 de abril, aún en llamas dos días después de la explosión que mató a 11 empleados. El vocero de BP John Curry dijo que los equipos de emergencia esperan combatir el derrame con el despliegue de una "cúpula de confinamiento", que podría contener la fuga principal, capturando el petróleo y elevándolo por un caño hasta un navío en la superficie. "El sistema de recolección está embarcado", dijo Curry. "Esperamos haberlo podido instalar hacia el fin de semana", dijo sobre esta suerte de tapadera que contendrá las tres fugas.
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