El derrame de petróleo en el golfo de México estaba llegando a tierra firme ayer, anunciando la próxima fase de un desastre que se ha estado desarrollando en cámara lenta durante dos semanas. Sin embargo, British Petroleum (BP) anunció ayer que había logrado cerrar una de las tres fugas de crudo.
BP dio algo de esperanza en sus esfuerzos por detener las fugas que alimentan el vertido. Una válvula de cierre colocada por robots sumergibles en el final de la cañería detuvo la menos significativa de las tres pérdidas. Y una estructura de acero de cuatro pisos comenzó su viaje hacia el lugar del derrame anoche.
Los próximos días serán críticos para determinar el curso futuro de la crisis. El viento más calmo permitió que los químicos dispersantes se extendieran masivamente ayer sobre el derrame. Los ingenieros de BP continuaron liberando químicos cerca de la pérdida en un esfuerzo por reducir la cantidad que emergía a la superficie.
Mientras los líderes políticos en Washington preparaban una serie de audiencias sobre el accidente del 20 de abril, el líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, apoyó los planes para aumentar los topes del seguro sobre las empresas responsables de las pérdidas de crudo de 75 millones a 10.000 millones de dólares.
En la Reserva Breton algunas de las barreras flotantes parecían haberse soltado y estaban tiradas en la playa. Y no había personal en la isla para reparar la defensa. Hubo otros informes de que el petróleo estaba llegando a las islas Chandeleur, otra cadena mucho más grande cerca de la costa.
Cerrar el final de la cañería perforadora no redujo la cantidad de petróleo que entraba en el océano, pero sin embargo fue anunciado por la compañía británica como un paso importante. “Nos permite hacer un progreso, de reducir el foco de tres pérdidas a dos”, dijo el vocero John Curry. La válvula fue exitosamente adherida a la cañería el martes a la noche. La operación sólo fue posible cuando el mar se calmó, después de un fin de semana tormentoso. Los sumergibles son dirigidos por control remoto por operadores en los barcos en la superficie.
También se supo que en privado, en un testimonio a puertas cerradas en el Congreso, un ejecutivo de BP había reconocido que a no ser que esto se controle, la ruptura podría muy bien derramar tanto como 60.000 barriles diarios –más de diez veces el volumen estimado por el momento–.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère. |
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