Una grave situación económica atraviesa el norte de Santa Fe, sobre todo, en la zona circunscripta entre los departamentos de General Obligado, Vera y San Javier, que ocupan 130 mil hectáreas de agricultura y dos millones destinadas a la ganadería.
Las localidades santafesinas que toca la crisis son también Reconquista, Arroyo Ceibal, Margarita, Avellaneda, El Sombrerito, Calchaquí, Malabrigo, Ingeniero Chanourdie, Romang, Villa Ocampo, Las Garzas, Los Laureles, Tacuarendi, Lanteri, Berna, Las Toscas, Guadalupe Norte, Nicanor Molinas, San Antonio de Obligado, La Sarita, Vera, Florencia, El Araza, El Rabón, Colonia Durán, Tartagal, Garabato, La Gallareta, Intiyaco, Villa Ana, Los Amores, Cañada Ombú, Villa Guillermina y otros pueblos menores.
De acuerdo a un informe difundido por el productor Raúl Zorzón desde Reconquista y quien fue presentado como justificativo del reclamo de créditos a diez años de plazo para iniciar una recuperación, las deudas se originaron como consecuencia de las "malas políticas agropecuarias implementadas en estos tiempos, y por las adversidades climáticas que asolaron esta región del norte".
"La mayor parte del endeudamiento corresponde a siembras malogradas durante los últimos años con rindes paupérrimos donde se perdió prácticamente todo", advirtieron los autores del informe.
En la ganadería se invirtió en genética de avanzada para mejorar la calidad de los rodeos y producir más carnes y de mayor calidad, pero quedó "muy resentido todo el trabajo de modernidad aplicado para más eficiencia".
"Hace más de tres años que la agricultura y la ganadería están atravesando momentos muy complicados. Se perdieron las dos últimas cosechas de girasol, de soja, de maíz, de trigo, de algodón, de sorgo, de caña de azúcar, de miel, de citrus, de hortalizas", explica el análisis.
La actual campaña de soja se sembró fuera de época y no toda el área prevista según estimaciones los rindes promedios estarán en 1.300 kilos por hectárea que son un 60 por ciento por debajo del promedio nacional.
La sequía más prolongada de la que se tenga memoria en la región con devastadoras lluvias a fines de 2009 complicaron la situación de la ganadería y entre "mortandad" y "ventas forzadas" se perdieron alrededor de 600 mil cabezas lo que redujo los rodeos.
Los porcentajes de las nuevas pariciones estarían alrededor del 30 por ciento y las pérdidas totales rondarían los 800 millones de pesos.
El monto de las deudas de la actividad agropecuaria incluidas las compras de maquinarias agrícolas, reparaciones y otras inversiones ascenderían a mil millones de pesos. En estos montos están contempladas deudas bancarias, a cooperativas, mutuales, a proveedores de insumos, prestadores de servicios y también contempla la gran suma de dinero en concepto de intereses que estas generan. Mientras, en los últimos seis años se transfirió al Estado Nacional en concepto de retenciones alrededor de mil quinientos millones de pesos: "se pagó mucho más de lo que se está debiendo", dijeron.
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