En una escuela del barrio Ongay, con la presencia de numerosos funcionarios, se realizó ayer el lanzamiento oficial de las obras del Programa de Mejoramiento de Barrios (Promeba), que comenzaron el martes en “La Olla”. El inicio de las construcciones fue tomado con mucha expectativa por los vecinos, quienes además se mostraron impacientes para que la suba de su nivel de vida sea notoria lo antes posible y centraron sus preocupaciones en las viviendas.
Con el Promeba, el Gobierno Provincial busca que en “La Olla” se concreten varias obras que eleven el nivel de vida de los habitantes del asentamiento, que son más de 10 mil. El martes se inició la construcción de una red de agua y cloacas, que forman parte de la primera etapa del plan nacional en la ciudad y costará 18 millones de pesos.
Para fines de mes está previsto que inicie la construcción del nexo de agua y hay otras 2 que están en proceso licitatorio. La segunda etapa del Promeba prevé la construcción de más de 2 mil viviendas, para lo que la Provincia salió a buscar financiación.
El Litoral consultó a los vecinos del asentamiento, quienes se mostraron impacientes para que el mejoramiento de sus condiciones de vida se sienta en lo inmdiato y vieron con buenos ojos el inicio de las obras luego de más de 3 años de espera. Sin embargo, la mayor preocupación se centra en cómo será la repartición de las viviendas que se construirían en “La Olla” porque no quieren que “los nuevos del barrio”, tengan los mismos beneficios.
Margarita Bolaños, Nicolasa Domínguez, Ramón Ojeda y Leonor Morales, viven hace más de 15 años en “La Olla”, sufrieron inundaciones, evacuaciones, la poca higiene de la zona y para el inicio de las construcciones fueron relocalizados en nuevas casas. Aseguran que desde 2008, mucha gente se fue a vivir a la zona buscando aprovecharse de los anuncios oficiales.
Margarita Bolaños vive en la zona desde hace 15 años, asegura que quiere obtener su vivienda y otras para sus hijos, con ansias para que las mejoras prometidas se noten en su vida cotidiana. “Vivo en mi casa con mi marido, hijos, nueras y nietos” explicó.
Nicolasa Domínguez vive hace 27 años en el asentamiento y quiere que las mejoras que anuncia el plan se concreten, “cansada de las promesas inconclusas”, a lo que añadió cuestionamientos a sus nuevos vecinos. “En el barrio sufrí todas las situaciones malas y ahora hay muchos nuevos que vinieron por el tema de las casas y no me parece justo”, dijo Nicolasa. “Vine a esta reunión porque las obras ya comenzaron, pero se hicieron tantas que me cansé”, agregó.
Leonor Morales, está hace 15 años en el lugar y vive en una casa con sus 7 hijos. “Sólo quiero tener mi casa y vivir en condiciones dignas”, manifestó, al igual que Ramón Ojeda, que vive hace 15 años en la zona y tiene un hijo discapacitado. “Vivimos en condiciones lamentables, queremos que se nos tenga en cuenta”, pidió.
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