Madrid, próxima escala. A la Cumbre de América latina, Caribe y Unión Europea (ALCUE) que tendrá lugar el lunes 17 y el martes 18 en la capital española, el Gobierno llevará su reclamo al Reino Unido para que abra un espacio de diálogo por la soberanía de las Malvinas, que hasta ahora niega. No será la primera vez que lo haga. Pero la tensión de este año tiene un elemento nuevo, el petróleo, como también lo tendrán la Asamblea General de la OEA, el próximo 5 y 6 de junio, y la exposición del canciller Jorge Taiana el 27 de ese mes ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas.
El inicio de las actividades hidrocarburíferas en la región, y el posible éxito de las mismas se sumarán a la protesta y el reclamo que en el último tiempo el Gobierno presentó en cuanto foro regional e internacional ha tenido delante.
El gobierno kirchnerista, que al romper con la "política de seducción" de los 90 niega el diálogo a los isleños como parte del conflicto, comenzó a cosechar buenos frutos en Cancún, en febrero, durante las cumbres del Grupo Río y de la CALC (que reunió a Latinoamérica y Caribe). Allí fue el brasileño Lula da Silva el más vehemente defensor de los intereses en ese sentido de los argentinos. El último espaldarazo tuvo lugar el martes último durante la cumbre de la Unasur, que en doblete respaldó reclamo de soberanía y condenó las actividades hidrocarburíferas en las aguas en disputa.
Se abrieron también espacios bilaterales, como el que se buscó en marzo pasado al pedir la mediación de los Estados Unidos, durante la visita a Cristina Kirchner de la secretaria de Estado Hillary Clinton a la Argentina.
Pero es difícil que esta vez, en Madrid, durante la cumbre de ALCUE, el país encuentre un apoyo que sea efectivo y no retórico. Por empezar, no será fácil convencer a la Unión Europea para que intervenga contra el inicio de las actividades petroleras de los británicos en el archipiélago. Sobre todo después de que en diciembre pasado ya entrara en vigor del Tratado de Lisboa -una suerte de constitución europea- que incorporó como un bloque al Reino Unido y los llamados Territorios de Ultramar que considera propios, como las Malvinas, las islas Georgias y las Sandwich del Sur. Y de hecho, aunque en el plano de la OEA, como en las cumbres iberoamericanas se viene apoyando en bloque el pedido de diálogo argentino, países como Estados Unidos y España han esquivado el asunto al considerar que el conflicto de Malvinas es de carácter "bilateral" entre Argentina y Reino Unido.
De ahí también, que tanto legisladores -entre ellos Pino Solanas- o el llamado Grupo Ulises, que integra el ex diputado Mario Cafiero- vienen pidiendo al Gobierno un cambio de política exterior y de estrategia sobre la cuestión Malvinas. Exigen más reacción y más dureza para con el Reino Unido y sus empresas, y hasta explorar los tribunales internacionales como una alternativa para llevar allí el conflicto de soberanía.
En todos los diarios británicos
La noticia del hallazgo de petróleo en las Malvinas saltó a las portadas de los sitios en Internet de los diarios británicos.
"Gran excitación en las Falklands (Malvinas)", describió The Guardian el clima en las islas tras la noticia.
The Telepraph y la BBC también le dieron despliegue a la información y citaron el entusiasmo de los ejecutivos de Rockhopper por el hallazgo.
Todos recordaron la tensión que retornó en los últimos meses a la relación con Argentina desde que se inició la exploración.
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