El hallazgo de petróleo en las Malvinas no pudo llegar en un momento más delicado. Es que Cristina Kirchner estará dentro de diez días en Madrid para participar de la cumbre de la Unión Europea y América latina y las Malvinas son el único territorio que ambas regiones reclaman como propio.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos del Palacio San Martín, Argentina no puedo evitar que el 13 de diciembre de 2007, las Malvinas fueran incluidas como territorio británico en el Tratado de Lisboa.
Ese texto, firmado por los 27 países que integran la UE, vino a reemplazar a la fracasada Constitución Europea que fue rechazada por referendos en Francia y Holanda.
En el anexo dos del Tratado, donde se incluyen los países y territorios de ultramar, que se consideran parte de la UE, aparecen las Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, así como el territorio antártico británico.
Argentina elevó su queja formal ese mismo día y la reiteró en las diversas oportunidades en que los funcionarios argentinos se encontraron con sus pares europeos.
En noviembre pasado, volvió a hacerlo con fuerza en la Cumbre Iberoamericana de Estoril, a pocos días de que el Tratado entrara en vigencia, tras la ratificación de todas las naciones europeas.
Ya con la noticia de la exploración petrolera británica en marcha en las aguas circundantes al archipiélago, Cristina Kirchner logró una contundente condena y una reivindicación de los derechos soberanos argentinos en la Cumbre de los países de América latina y el Caribe de febrero pasado. Para eso, logró por primera vez el apoyo de las ex colonias británicas del Caribe.
Con ese aval, la Presidenta llevará de nuevo el reclamo a Europa. Y esta vez, llegará a Madrid junto a su esposo, flamante secretario general de la Unasur, que también dio su respaldo al reclamo argentino de soberanía sobre las islas en su reunión del martes pasado.
El viaje presidencial se completará con una escala en Barcelona para un encuentro con empresarios catalanes antes del regreso a Buenos Aires.
|
|
|