La oposición avaló formalmente la reestatización de Obras Sanitarias que el gobernador Celso Jaque anunció el pasado 1 en la Legislatura. Ayer, en la primera reunión política para tratar el tema quedó en claro que en el nuevo esquema de la empresa local del agua no habrá participación accionaria de empresarios privados, salvo que en los próximos días cambien abruptamente los ejes sostenidos por las distintas fuerzas políticas.
Jaque recibió ayer en el cuarto piso de la Casa de Gobierno a los representantes de los partidos con representación legislativa. Al finalizar el cónclave, el radical César Biffi y el cobista Andrés Marín enfatizaron su postura a favor de la reestatización, al mismo tiempo que consideraron que en el actual contexto no hay espacio para la incorporación de capital privado al paquete accionario de una futura sociedad anónima con mayoría estatal.
Ricardo Puga, del monobloque Proyecto Independiente Mendoza, y Néstor Piedrafita, del ARI, coincidieron en que la mejor alternativa es estatizar por completo la empresa. Mientras tanto, Andrés Grau, vicepresidente del Partido Demócrata, dijo que para tentar la participación de privados hay que asegurarles un negocio, pero advirtió que eso no será posible si las decisiones políticas y operacionales de la empresa quedan en poder del Estado.
Precisamente esos dos postulados fueron sostenidos por Jaque durante la reunión, informó Jorge Tanús, presidente de Diputados y voz autorizada del oficialismo. Los referentes de los partidos coincidieron en que la estatización puede incluir un 10% de acciones a favor de los empleados de Obras Sanitarias.
Uno de los impedimentos a la participación de capitales privados es que todos hablan de la necesidad de ponderar la rentabilidad social de la empresa de agua, algo que no aporta a los balances empresariales. Además se calcula que, para realizar las obras de infraestructura incumplidas por la concesionaria francesa, Obras Sanitarias deberá destinar la totalidad de los ingresos de los próximos cinco años .
“Ningún privado tendrá interés en invertir para no cosechar nada durante cinco años”, coincidieron los jefes partidarios.
“La compañía no puede ser un botín de guerra”
Sara González - sgonzalez@diariouno.net.ar
Pasado el mediodía de ayer, el gobernador Celso Jaque hizo una visita sorpresiva a Obras Sanitarias Mendoza, mientras se desarrollaba una reunión entre los referentes que trabajan en el proceso de estatización de la empresa. El objetivo, según les manifestó a los medios de prensa, era hacer una “visita protocolar” para acompañar la tarea de los funcionarios encargados de la transición.
En la recorrida, se encontró con el interventor del organismo, Gonzalo Dávila; los titulares del EPAS, Javier Montoro, y del sindicato del personal de Obras Sanitarias, Daniel Canone, y los gerentes de las ocho áreas en las que está organizada la empresa y que cumplen sus funciones desde la época en que funcionaba la gestión privada.
Jaque hizo hincapié en dos cuestiones. Garantizó que se preservarán las fuentes de trabajo de los 600 empleados que actualmente tiene la empresa. Para eso, les manifestó tanto a los gerentes como a los representantes del sindicato que no habrá cambios en ese sentido.
Por otro lado, el gobernador admitió que será necesario fortalecer el funcionamiento del EPAS para que se mejore la tarea de contralor sobre la actividad que inicie la empresa en su etapa estatal.
A esto, Montoro agregó que el organismo adquirirá autarquía del Estado para poder ejercer las tareas de control. “Debería ser un órgano extrapoder con autarquía jurídica, como lo son el Tribunal de Cuentas o la Fiscalía de Estado”, comparó.
Sobre el resto de los aspectos medulares que hacen a la conformación de la nueva empresa, Jaque destacó que sólo se tomarán decisiones luego de que se hable con todos los sectores involucrados, para que la forma que tome sea fruto del consenso.
“OSM no puede ser un botín de guerra de nadie. Acá lo que debe primar es la responsabilidad. No es una decisión menor la que estamos tomando, por eso vamos a escuchar a todos. Vamos a poner todas las propuestas sobre la mesa y ahí empezaremos a ver cómo llegamos al consenso”, sentenció el mandatario, con la intención de bajar la tensión política que genera la diversidad de opiniones que giran en torno al futuro de la compañía.
La ruptura con Saur
Temor a la rescisión
El mayor temor de los partidos de la oposición a la ruptura del contrato que liga a la Provincia con la francesa Saur, adjudicataria de la concesión por 99 años, pasa por los costos económicos que la rescisión podría significar para las arcas provinciales.
Empresa única
Una de las ideas para el futuro esquema de Obras Sanitarias, incentivada desde el oficialismo y con cierto consenso en la oposición, es que se conforme una empresa única provincial de agua. Así, OSM absorbería a las tres prestadoras comunales y las 145 de cooperativas.
|
|
|