En los últimos 30 días, las lluvias fueron inferiores a los registros normales, situación que ha producido la sequía paulatina del perfil y -salvo áreas puntuales- dificulta la siembra de trigo, según advierte la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En su último panorama agrícola semanal, las lluvias siguen sin aparecer en buena parte de la región pampeana, lo que complica la siembra en varias de las zonas trigueras. En lo específicamente agronómico sigue faltando humedad en gran parte de Córdoba, La Pampa, sudoeste y en el extremo sur de Buenos Aires. Las condiciones de partida de la humedad del suelo son precarias. En cambio, mucho más favorables son las condiciones hídricas en Santa Fe, centro norte y sudeste de Buenos Aires, Entre Ríos y en las provincias norteñas.
De todos modos, la comparación de las reservas de humedad actuales con igual fecha del año anterior es mucho mejor.
Mayor área. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la intención de siembra calculada para la presente campaña es de 4,2 millones (900 mil hectáreas más que en la zafra precedente) se apoya precisamente en esta mejora hídrica.
Pero los perfiles de los suelos en el oeste agrícola triguero están secos y es justamente en éstas donde las siembras se deberían generalizar en las próximas jornadas, por lo que el aporte de agua no debería demorarse demasiado.
En los últimos 30 días las lluvias fueron inferiores a las normales y el desecamiento paulatino del perfil superior de los suelos no permite, salvo puntuales áreas la implantación", precisa el informe.
Este escenario impacta en el ánimo de los productores que, en muchos casos, tienen cereal la única alternativa posible para salvar el año (sur y sudoeste de Buenos Aires, La Pampa). Y que de mejorar el escenario climático actual sembrarán más hectáreas. Ya hay algunos lotes implantados en los partidos bonaerenses del sur (Patagones y Villarino) y ocasionales en el norte de Córdoba (Totoral) y sudoeste (Río Cuarto- Juárez Celman).
En la zona núcleo, los perfiles de humedad son adecuados. En este factor se basa la proyección de aumentos superficiales en el este de Córdoba (Marcos Juárez y Unión), centro sur de santa fe y el norte de Buenos Aires donde el período estival permitió importante acumulación de agua. A favor del incremento esperado juega el hecho que la incorporación del cereal permitirá la inclusión de la soja de segunda, como así también cortar el ciclo de enfermedades que tuvo la oleaginosa en la campaña actual.
Reportes indican que semilla de Entre Ríos se envió a Córdoba y Santa Fe. No obstante, para productores medianos y chicos la humedad edáfica para arrancar la siembra no es todo.
La necesidad de señales concretas en el plano económico, que disminuyan la indecisión del productor aumentando la confianza, es otro factor adicional que no debería demorarse, sostiene la entidad bursátil. |
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