El Director Nacional de Energía, Ramón Méndez, dijo hoy que en el quinquenio 2010-2015 Uruguay prevé una inversión extranjera de mil 500 millones de dólares para emplear energía eólica y biomasa.
Méndez significó que aplicar la actual política energética implicará en el 2030, un ahorro de nueve mil 500 millones de la divisa estadounidense a la economía nacional.
Los combustibles tradicionales contaminan el entorno y generan más costos por ello, expresó, es necesario emplear los recursos en forma eficiente en la industria, transporte, iluminación pública y los hogares en general. El directivo del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), señaló que en el marco de esa estrategia diseñada a largo plazo el objetivo es promover la eficacia en todos los sectores de la actividad humana. En ese marco, abundó, el Programa del MIEM impulsa junto con la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República (UDELAR), un postgrado en "Arquitectura Bioclimática".
Méndez precisó que la energía es un bien finito que a nivel mundial se consume en más de un 90 por ciento y expresó que la racionalidad en este sector es una responsabilidad ética con el planeta y las futuras generaciones. Recordó que el consumo de energía produce más del 60 por ciento de las emisiones de bióxido de carbono, principal gas responsable del efecto invernadero y del cambio climático. Respecto a ello, subrayó que es necesario promover un cambio cultural con la finalidad de mitigar el impacto medioambiental por una utilización irresponsable de los carburantes.
Especialistas del MIEM, por otra parte, destacaron que el favorable régimen de lluvias a lo largo del trayecto del Río Uruguay ha permitido que la columna vertebral de producción de electricidad en lo que va de año sea la hidráulica.
En cuanto a la biomasa, una materia prima en estado incipiente de uso, indicaron aportes de diversas empresas al sistema electroenergético por el uso de deshechos forestales y cáscara de arroz.
La generación eólica también comienza a concretarse, precisaron, en el Parque Caracoles del departamento de Maldonado donde se prevé duplicar la generación por la incorporación de otros cinco molinos que están en fase de prueba.