Después de dos años de trabajos y una inversión de más de 39 millones de pesos, quedó inaugurada en Junín la impermeabilización de los canales Independencia y Cobos, una obra de once kilómetros que beneficia a más de 13.000 hectáreas cultivadas y resuelve viejos problemas aluvionales en la región.
"Para nosotros es un sueño de muchos años que se hace realidad, porque el ahorro de agua que vamos a tener con la impermeabilización del canal, nos va a permitirnos regar muchas más tierras", dijo Serafín Vora (77) que durante 22 años fue el tomero de esos canales y recuerda que cuando "caía una lluvia larga, terminaba por desbordar el canal y el agua inundaba fincas, casas y a veces el pueblo entero, como pasó en Los Barriales allá por los años 80".
El proyecto Independencia-Cobos tuvo un presupuesto inicial de 30,9 millones de pesos pero algunas obras complementarias que se fueron sumando en el camino, terminó por incrementar la inversión en otros diez millones de pesos.
"Esta obra tiene dos componentes importantes, por un lado la impermeabilización mejora el riego y nos permite ser más eficientes con la misma cantidad de agua, pero también está el tema aluvional, ya que hay obras complementarias que ahora permiten derivar el agua de lluvia hacia el río Mendoza", explicó el superintendente de Irrigación, José Frigerio.
El proyecto se localiza en la margen izquierda del río Tunuyán y en Junín beneficia a los distritos de Rodríguez Peña y Los Barriales, mientras que en San Martín abarca zonas de Palmira, Las Chimbas y Chapanay; en total más de 1.200 productores de la región riegan sus cultivos con aguas de estos canales.
"Las pérdidas por infiltración que tiene un canal de tierra son enormes y para entenderlo mejor alcanza con decir que el agua demoraba casi ocho horas en recorrer toda la zona que ahora está impermeabilizada", explicó Fernando Escobar, titular de la Subdelegación del Río Tunuyán Inferior y completó: "Ahora la demora es de menos de dos horas y eso se debe fundamentalmente a la eliminación de las pérdidas por infiltración".
Roberto es otro productor de la zona y cuenta que "acá era muy común que frente a cualquier tormenta se cortara el agua que venía por el canal. Eso se hacía para evitar desbordes e inundaciones pero volvía intermitente al sistema de riego. Ahora, esos cortes preventivos no tienen sentido porque se independiza la infraestructura de riego de la aluvional".
El proyecto fue financiado con fondos del Prosap, del BID y del gobierno de Mendoza, y según explicaron desde la Subdelegación, la provincia absorbió el 40 por ciento de los costos y el resto es dinero que será devuelto por los mismos regantes.
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