En el plenario de la Comisión Administradora del río Uruguay (CARU), las delegaciones de Argentina y Uruguay debatieron los primeros lineamientos para encarar nuevos planes de monitoreo en base al fallo del Tribunal Internacional de La Haya por la causa de Botnia - UPM. En ese marco, el delegado uruguayo, Rubens Stagno, aseguró que el organismo binacional cuenta con el personal técnico capacitado y la experiencia para concretar los controles.
La CARU inició su etapa de reactivación tras el fallo de la Corte Internacional. Así, durante la última semana mantuvo distintas reuniones y trabajó en nueve comisiones, para tratar diversas competencias y presentar resultados en el plenario que habitualmente cierra el encuentro mensual y cuyo inicio estaba retrasado.
No obstante, según publicó el diario El País de Montevideo, el tema del monitoreo y los controles del río Uruguay, especialmente los relacionados con la actividad de la planta de celulosa de Botnia – UPM, no fueron considerados por ninguna de las comisiones y se esperaba que fueran abordados por las dos delegaciones cuando se formalizara el plenario.
Finalmente, hubo dos propuestas en cuanto al monitoreo: una presentada por Uruguay y otra por Argentina. A partir de ahora, los técnicos de ambas delegaciones y el secretario técnico de la CARU estudian las propuestas recibidas. La próxima reunión se realizará sobre finales de mayo, para definir cómo se trabajará en el monitoreo conjunto del río.
Nueva etapa
El delegado uruguayo en la CARU, Rubens Stagno, consideró que a partir del fallo de La Haya, se recuperan las condiciones adecuadas para retomar proyectos pendientes, como los monitoreos del río, que habían quedado suspendidos cuando el conflicto desatado entre los dos países por la planta de celulosa llegó a la Corte Internacional.
En tal sentido, aseguró que el organismo cuenta con el personal técnico capacitado y la experiencia para concretarlos y recordó el plan de monitoreo interrumpido en 2005, orientado a controlar la calidad de las aguas adyacentes a la industria celulósica; y el programa de control de calidad de aguas y control de contaminación (Procon), aplicado en distintos puntos de la vía fluvial.
“Ya no está la traba que significó aguardar el fallo de La Haya; esta es una nueva etapa y, como se dice, las crisis ofrecen oportunidades, por lo que ahora hay que materializar programas pendientes e imaginar otros”, manifestó el representante uruguayo.
El dragado y el saneamiento integral del río Uruguay, son para Stagno otro de los temas en los que la CARU deberá avanzar tras la sentencia internacional, reprodujo Radio Máxima. |
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