La única multinacional argentina que tiene su nave insignia en Mendoza fue salpicada en las últimas semanas por las presuntas coimas que empresarios nacionales pagaron para hacer negocios en Venezuela. Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA (IMPSA) debió salir del habitual hermetismo sobre sus negocios al ser mencionada en las coberturas periodísticas del caso.
Sin embargo, Víctor Poleo, ex viceministro de Energía del país presidido por Hugo Chávez, puso en dudas la explicación del holding mendocino. La controversia entre el comunicado de prensa de desmarque del grupo presidido por Enrique Pescarmona y la versión de Poleo tienen como fondo el proyecto de repotenciación de la central hidroeléctrica Macagua I, ganado por la empresa con base en Mendoza en un proceso sin licitación.
El grupo Pescarmona aseguró que nada tiene que ver el financiamiento de esa obra con un fideicomiso de Estado a Estado firmado entre Argentina y Venezuela dentro del cual se habrían generado operaciones de venta de maquinarias agrícolas nacionales al país bolivariano, como ventiló la prensa nacional en los últimos días.
Contra esta hipótesis, tras citar las críticas de Poleo, el diario venezolano El Universal dio cuenta de que “una carta de la misma empresa, dirigida el 19 de agosto de 2004 al embajador venezolano Freddy Balzán, señala –sin embargo– que la rehabilitación fue financiada ‘mediante un fideicomiso disponible por la venta de combustible a nuestro país (Argentina) disponiendo de los fondos necesarios para la obra, que está en el orden de los U$S142.000.000’”. La carta está firmada por José Pepe Rodríguez, un ex gerente de IMPSA que es señalado como el recaudador de un porcentaje de las presuntas coimas.
Además de la fuente de financiamiento de este proyecto, Poleo y otros entendidos en temas energéticos en Venezuela cuestionaron las imprecisiones sobre el monto que terminará costando y la utilidad de la obra. “Aunque el contrato se cerró a un precio de 223,5 millones de dólares, la página web de la Corporación Eléctrica Nacional totaliza un presupuesto de 324,9 millones”, asegura El Universal.
“Alguien está mintiendo”, concluye el ex viceministro de Energía, cita el periódico. Sea la cifra que sea, igual lamenta que tanto dinero haya sido destinado a lo que considera “un proyecto inútil de 360 megavatios”.
Es que, según Poleo, IMPSA solamente tiene que realizar la renovación tecnológica de la central hidroeléctrica, sin que en el contrato se especifique que para cobrar tenga que probar el incremento real de producción de energía que provocará la obra. Poleo no es el único entendido que en el país de Chávez cuestiona la utilidad y denuncia sobreprecios de algunos proyectos energéticos, entre los que está Macagua I.
El sitio venezolano de noticias Talcualdigital.com dio cuenta de que, “en un documento elaborado por los ingenieros Víctor Poleo, Jorge Pirela, Gustavo González y Miguel Lara, se destaca que hay cinco proyectos que se desarrollan en el país, cuyos costos no se corresponden con proyectos similares en otros países del mundo. Coincidencialmente, las empresas que llevan a cabo los proyectos son de países considerados amigos por el gobierno venezolano, entre los que se encuentran España, Argentina, Brasil y Cuba”.
El sitio añade que “la argentina IMPSA rehabilita la hidroeléctrica Macagua I por un total de 500 millones de dólares, ‘con la ironía –según el informe– de no agregar un solo kilowatt a la generación’”.
Origen del proyecto
El inicio. La intervención de IMPSA como ejecutor de la repotenciación de Macagua I comenzó a gestarse en julio del 2004.
La primera firma. La empresa mendocina abrochó ese mes una carta intención para proveerle turbinas y generadores a la central hidroeléctrica venezolana, cuyo equipamiento era obsoleto.
La mano K. La carta intención fue conseguida por la empresa de Pescarmona durante una misión empresarial nacional a Venezuela auspiciada por el gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner.
Relación histórica. IMPSA lleva 40 años de presencia en Venezuela. Sin embargo, la buena sintonía de Chávez con el kirchnerismo mejoró sus negocios. |
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