Tras el fracaso de la colocación de la cúpula gigante para detener el derrame de crudo en el Golfo, BP corre contra el tiempo en la búsqueda de nuevas opciones para enfrentar el desastre de imprevisibles consecuencias económicas y ambientales.
A diez días de la explosión de la planta petrolera de British Petroleum (BP) en el Golfo de México, 13,3 millones de litros de crudo se han escapado del pozo y esparcido por el mar, desafiando los intentos por contener la marea negra que ya generó a la firma pérdidas por US$ 350 millones.
Entre las opciones que ahora se manejan para contener la mancha de crudo está la de un dispositivo para obturar el punto de fuga del petróleo, un "disparo de basura" para tapar la rotura con escombros e incluso una válvula enteramente nueva. "Manejamos muchas opciones para detener el derrame", sostuvo el jefe de operaciones de BP, Doug Suttles.
Ayer un submarino a control remoto arrojó una sustancia dispersante para tratar de controlar una masiva fuga de crudo que, de no reducirse en un mes, superaría el desastre del buque tanque Exxon Valdez de 1989 y se convertiría en el peor derrame en la historia de Estados Unidos. Además, BP hizo en la web un llamado al público en general para que aporten ideas que permitan controlar el problema. Los ingenieros están "intentando todo lo que se le pueda ocurrir a la gente", dijo Ed Overton, profesor de estudios ambientales de la Universidad Estatal de Luisiana.
Los expertos de la petrolera se llevaron una sorpresa con el fracaso de la colocación de una cúpula de concreto de 100 toneladas que esperaban que tapara el flujo. No funcionó porque se produjo una acumulación de hielo en la estructura que impidió que se filtrara el crudo a través de ella hacia la superficie.
"Actualmente se estudia la posibilidad de tapar la rotura con una bóveda más chica, lo que aseguraría que el crudo mezclado con el agua marina, genere mayor temperatura lo que impediría la formación de hielo que se adhirió a la cúpula más grande imposibilitándola", explicó el geoquímico David Valentine de la Universidad de California en Santa Bárbara.
El almirante Thad Allen, jefe de la Guardia Costera, admitió que también están estudiando la posibilidad de efectuar un "disparo de basura" para tapar la arteria rota. "Actualmente van a tomar un montón de escombros, neumáticos triturados, pelotas de golf y cosas por el estilo bajo una presión muy alta y las lanzarán contra el obturador roto para ver si pueden taparlo y detener la fuga", declaró Allen a la cadena de televisión CBS.
Esto podría ser arriesgado, ya que los expertos advirtieron que si se ocupa excesivamente la superficie del obturador dañado -un amplio sistema de 450 toneladas de válvulas que debería cerrar la emanación del crudo- se podría disparar el flujo sin control que sería hasta 12 veces mayor que la emanación actual.
BP comenzó a perforar un pozo sustituto hace una semana pero recién en tres meses estaría pronto, tiempo en el que casi 78 millones de litros de crudo habrían sido derramados al mar, arruinando el frágil ecosistema del Golfo.
La cifra
350 son los millones de dólares que la petrolera BP ha perdido hasta el momento por el derrame de crudo en el Golfo de México.
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