La Municipalidad de Córdoba puso ayer en marcha los equipos de la planta de tratamiento de líquidos cloacales de Bajo Grande. De esta manera, dejará de arrojar efluentes con procesamiento mínimo al río Suquía.
Ayer por la tarde, el subsecretario de Obras Públicas municipal, Omar Grenat, informó que pusieron en marcha dos percoladores primarios, dos percoladores secundarios, un sedimentador primario y uno secundario.
"Estamos procesando alrededor de cuatro mil metros cúbicos por hora. Para el viernes, se van a estar tratando los ocho mil metros cúbicos por hora que ingresan en promedio a la planta", comentó el funcionario.
Desde mediados de abril, la planta estaba arrojando al río Suquía líquidos cloacales con tratamiento mínimo, a los que sólo se les agregaba cloro. Esa situación era necesaria para terminar las obras de ampliación de la planta, que se iniciaron en enero de 2007.
El volcamiento al Suquía despertó una gran polémica, ya que los vecinos que viven aguas debajo de la planta denunciaron que no se habían puesto en marcha las medidas de mitigación y que ni siquiera se les había avisado.
En esa oportunidad, Grenat se comprometió que la situación comenzaría a revertirse el 10 de mayo, plazo que se cumplió ayer cuando empezaron a funcionar los nuevos equipos.
Desde ayer por la tarde, los líquidos que ingresan a Bajo Grande pasan por unas rejas que, según explicó el encargado de la planta, Clemente Cáceres, realizan el desgaste grueso de los sólidos. Luego, pasan por unos desarenadores que sacan los áridos.
"El líquido lo hacemos entrar por los sedimentadores. A partir de ahí el agua queda más limpia, y sólo quedan pocos sólidos suspendidos", indicó Cáceres. De allí, los efluentes son rociados sobre unos mantos de piedra que constituyen los percoladores. "En las piedra comienzan a desarrollarse bacterias que se alimentan de los contaminantes, entonces va depurando el líquidos y después ya llega a sedimentadores secundarios, de los que se extraen los barros", comentó el operario.
Finalmente, se clora el líquido y se arroja al Suquía. "Comenzamos en cuatro mil metros cúbicos por hora, y mañana (por hoy) estaremos llegando a los siete mil", afirmó Grenat. Para que se logre el 100 por ciento del tratamiento, es necesario que se reproduzcan las bacterias y se ajusten detalles, según dijeron desde el municipio.
Arrancó bien. Grenat sostuvo que la puesta en marcha de ayer fue altamente positiva. "Los equipos respondieron bien, y con el tiempo va a queda muy automatizada la planta. Hay generadores por si hay un corte de energía", subrayó el funcionario.
Los nuevos equipos incorporan la automatización del tratamiento, a través de equipos computarizados. También permiten la medición en tiempo real de las cualidades del líquido que se arroja al río.
"Es un día muy importante, se comienza la solución de un problema de 10 años. La parte hidráulica y mecánica queda lista. Y a fines de julio va a estar completamente automatizada", agregó Grenat.
¿Y el río? Lo que queda por resolver es el enorme impacto ambiental que tuvo en el río Suquía los años de mal tratamiento de los líquidos cloacales. Desde 1998 la planta estaba desbordada en su capacidad, arrojando efluentes deficientemente tratados.
El impacto es apreciable a simple vista. El Suquía presenta un panorama desolador, con barros cloacales en sus costas y con su fauna ictícola prácticamente exterminada.
La inauguración sería a finales de julio
Para esa fecha estarían comprobados los pasos del proceso de purificación de los líquidos cloacales.
Omar Grenat, subsecretario de Obras Públicas, señaló que se debe acordar la fecha con la Nación, que fue la que financió la obra, cuyo costo ascendió a 65 millones de pesos.
La obra comenzó a construirse en enero de 2007, y tenía un plazo de 24 meses para ser finalizar.
Sin embargo, las demoras se sucedieron extendiendo el plazo a 42 meses.
La ampliación se encuadra en el marco del Plan Integral de Cloacas (PIC), que incluye la construcción de nuevas redes domiciliarias y de la cloaca maestra sur, en barrio San Vicente.
También se prevé la construcción de otra planta similar en un terreno anexo a Bajo Grande, para poder proveer de saneamiento cloacal a toda la ciudad de Córdoba.
Se trataría de una planta espejo que permitiría duplicar la capacidad de tratamiento cloacal de la planta actual. |
|
|