El titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Rafael Elvira Quesada, informó que la dependencia realizará estudios para determinar los posibles daños ambientales en aguas nacionales del Golfo de México, como consecuencia del derrame de crudo de la plataforma de British Petroleum en las costas de Estados Unidos. En caso de encontrarse evidencias de impacto –dijo–, el gobierno seleccionará los instrumentos jurídicos para demandar a la petrolera y exigirle la reparación de daños.
“Una vez que tengamos las evidencias y el estudio, si arroja que hay impactos, por supuesto que seleccionaremos el instrumento jurídico necesario para exigir el resarcimiento de daños y generar una líneas de compensación al medio ambiente en esta área”.
Entrevistado en el contexto de la presentación de Luis Fueyo Mac Donald como nuevo titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Juan Elvira Quesada dijo que se trata de estudios binacionales sobre los ecosistemas, donde México examinará los daños ambientales en sus aguas y Estados Unidos en las suyas, pero –subrayó– el gobierno mexicano no intervendrá en geografía estadunidense porque “la ley no me faculta para eso”.
Agregó que la Semarnat “no está de brazos cruzados” y está actuando en lo que le corresponde en esta eventualidad. Explicó que las medidas que se están tomando son, por un lado, la realización de recorridos aéreos para observar la dispersión de la mancha de petróleo desde la óptica nacional y, por otro, trabajos de monitoreo para estudiar la afectación de las especies migratorias que habitan en la zona norte de esas aguas.
Estos estudios se realizarán en cooperación con la Conanp y con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio). Cuando las especies migratorias que viven en la parte norte del Golfo lleguen a los estados de Tamaulipas y Veracruz, se verificará sin han sufrido daños en sus poblaciones.
El funcionario no descartó la posibilidad de que este derrame de petróleo haya afectado la biodiversidad nacional o las playas mexicanas, sin embargo, insistió en que todavía no hay ninguna evidencia para afirmarlo.
“Los impactos al medio ambiente no se ven en este mismo momento, salvo en el caso de algunos peces o aves muertas, sino a largo plazo, pero ya estamos trabajando en ello. No ha habido ninguna actitud de omisión o para de evadir el problema”.
Sostuvo que tampoco se puede determinar si ha habido afectación en aves, porque esos análisis tardan meses, “pero tienen que que hacerse”.
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