La reunión se hizo por una iniciativa del diputado Claudio del Pla y a propósito de un reclamo de vecinos de Vespucio que se oponen a esa proyecto.
Pero en el encuentro quedó al desnudo la crisis del suministro de agua potable que aqueja a todo el departamento San Martín, aunque los funcionarios advirtieron que la desinversión es de muchos años atrás.
"Para solucionar la crisis, es necesario hacer una obra faraónica", insistió Galarza, aludiendo a la necesidad de un nuevo dique que, remarcó "no debería llamarse Itiyuro".
Esta vez la crisis del suministro se hizo ver a propósito de una obra proyecta por la provincia, por la que se lograría que se pueda pasar agua desde Mosconi hasta Vespucio.
La obra fue planificada porque el alud del 9 de febrero de 2009 dejó bajo el lodo la toma de El Aguay, de donde normalmente se abastece Vespucio, con lo que el pueblo tuvo que ser provisto de agua por tres meses mediante camiones cisterna.
El corte se superó después de obras por un millón y medio de pesos. Pero Obras Públicas asegura que dada la estructura de los suelos, nada garantiza que pueda ocurrir lo mismo en un futura época de lluvias. Así proyectó instalaciones para traspasar agua de Mosconi y evitar esa eventualidad.
El proyecto llegó a licitarse, pero como todas las ofertas superaron los cuatro millones y medio de pesos presupuestados, el plan quedó prácticamente paralizado.
Aún así, vecinos de Vespucio amenazaron con huelgas de hambre: creen que el proyecto tiende a paralizar El Aguay, de donde tradicionalmente se abasteció el pueblo, y reclaman obras de mejoramiento de esas instalaciones.
"Cómo se va a llevar agua de donde no hay (Mosconi), a otra donde sí hay", se preguntó Del Pla, tras destacar que el propio Mosconi tiene problemas por los repetidos episodios de cortes en el acueducto que lo abastece desde Tartagal.
Galarza insistió que el proyecto quedó prácticamente descartado y Galarza anticipó que gestionará la mejora de El Aguay, aunque resaltó que nunca se podrá garantizar que un nuevo alud se lleve las instalaciones.
Luego, los funcionarios resaltaron que es muy difícil encontrar agua en el subsuelo, un problema que se agrega a los que históricamente provocó el Itiyuro. Pese a ello, anunciaron que dos nuevos pozos de agua en Salvador Mazza contribuirán a aliviar el problema.
Pero advirtieron que, aunque se agreguen nuevas fuentes, nunca se terminará de solucionar el problema si no se instalan medidores. "La media de consumo en el departamento es de 600 litros de agua por habitante y por día, cuando lo normal es 250", advirtió un ingeniero de Aguas del Norte presente en la reunión. |
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