Tres flamantes bustos se sumaron hoy a la colección de estatuas que enriquece a la Ciudad de Buenos Aires. En el barrio porteño de La Boca, entre pancartas y rostros curiosos, las efigies de Cristina Fernández de Kirchner, presidente de la Nación, Mauricio Macri, jefe de Gobierno local, y Daniel Scioli, gobernador bonaerense, se unieron en un solo “Triunvirato de la Contaminación”, el rótulo elegido por la ONG ambientalista Greenpeace para denominar a quienes consideran los principales responsables por el “descontrol ambiental existente en el Riachuelo”.
La actividad apuntó a marcar una contradicción entre los festejos organizados para el Bicentenario y “los 200 años que acompañan la historia de una de las más graves emergencias ambientales de la Argentina”. Para caracterizar la parodia participaron activistas, estudiantes, vecinos y turistas, que se acercaron a la esquina de las calles Pedro de Mendoza y Caminito
Greenpeace aprovechó la oportunidad para presentar un informe titulado “Riachuelo: 200 años de contaminación”, que realiza un análisis histórico sobre la contaminación del río. También intimó a la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) a actuar sobre las zonas con mayor concentración de contaminantes.
“Nos preocupa que a la fecha ACUMAR haya inspeccionado aproximadamente un 40 por ciento de su padrón, y sólo haya declarado como industrias contaminantes, es decir las que deben reconvertir su proceso productivo, a tan solo a un 3 por ciento, número que no condice con los altos niveles de contaminación”, declaró Consuelo Bilbao, integrante de la Unidad Política de Greenpeace. |
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