El concejal justicialista Adrián Lizarriturri pidió al Departamento Ejecutivo local que investigue la existencia de diversos volcamientos clandestinos de líquidos cloacales en el tramo del río San Antonio comprendido entre los puentes Daniel Zilli y Armando Carena.
Según el legislador de Unión por Córdoba, en ese sector del centro de Villa Carlos Paz varias viviendas y edificios en altura estarían tirando sus efluentes a la corriente hídrica sin ningún tipo de tratamiento previo. Para Lizarriturri la presencia de ese material contaminante y altamente nutritivo explicaría entonces la explosión de algas que cíclicamente se produce en el principal afluente del dique San Roque.
Mientras en el lago la acción constante de los difusores o aireadores instalados por el gobierno nacional ha evitado la estratificación de las aguas y la acumulación de algas en la mayor parte de su superficie, en la desembocadura del San Antonio se ha dado un fenómeno totalmente opuesto. En su proyecto de Lizarriturri sostiene que “la presencia de esos microorganismos en gran cantidad ha generado un olor fétido en todo el sector. Ante estos niveles de eutroficación es necesario la urgente puesta en marcha de un plan destinado a mitigar la situación”.
Por esta razón, Lizarriturri junto a su colega de bancada Margarita Gallardo pretenden saber qué controles y seguimientos ha realizado el Departamento Ejecutivo y si se han efectuado estudios e informes de los organismos pertinentes sobre la toxicidad y posible impacto negativo de las algas sobre la salud humana y la fauna ictícola.
Desde la Cooperativa Integral que brinda el servicio de cloacas se admitió que el área en cuestión comprendida entre los puentes Zilli y Carena no tiene aún la cobertura de la red cloacal.
En consecuencia, todos los efluentes que generan las casas y edificios ribereños con el río terminan desembocando en la mencionada corriente de agua, sin tratamiento alguno. Si bien estos materiales actúan como ricos nutrientes para el cíclico afloramiento de algas, no son la única causa de la concentración de estos microorganismos. En este sentido se recordó que el río y el lago San Roque padecen un proceso de eutroficación desde hace décadas y que además de los volcamientos clandestinos, favorecen la concentración de algas los vientos y los dos puentes que angostan el curso del río.