La comuna de Huincul y el EPAS avanzan en alternativas para solucionar la deuda que reclama el organismo provincial por el líquido que entrega "en bloque" al municipio, problemática que está en instancia judicial.
En tanto, también se trabaja para destrabar temas como el vertido de efluentes al zanjón y la distribución del agua en los hogares de la localidad.
El subsecretario de Servicios Públicos, Gustavo Nagel y el intendente Alberto Crespo encabezaron ayer la reunión para solucionar una serie de puntos relacionados con estos servicios públicos. La comuna presentó una propuesta y luego de un trabajo de 60 a 90 días se espera tener resultados.
"Recibimos la propuesta porque hay un juicio entre el EPAS y la municipalidad por una deuda y lo que hacemos es trabajar sobre distintos puntos que afectan al medio ambiente, el tratado de efluentes y la distribución en el ejido de Huincul", subrayó Nagel. Enseguida dijo que la idea es sentarse en comisión para analizar las alternativas en un plazo que va desde los dos a tres meses.
El conflicto no es sólo el cobro del agua potable "a granel" -correspondiente a 2008 y 2009- para su distribución en la ciudad, sino también los efluentes, los vertidos que existen en el zanjón o cañadón Zapala y la posibilidad de hacer el cobro sobre los grandes usuarios de agua. Una vez que se acuerden estos aspectos se podrá producir un "levantamiento o desistimiento del juicio". Para Nagel el principal punto a resolver es el destino del agua. Esto es porque, según las estimaciones que hace el organismo provincial, desde la planta potabilizadora del río Neuquén se envían a diario 50.000 metros cúbicos para una población –entre las dos ciudades- estimada en 50.000 habitantes.
"Tendrían que tener cada habitante unos 1.000 litros diarios. Y queremos saber dónde se va esa agua que no llega", acotó el funcionario provincial. A su entender, en los acueductos existe una "efectividad al año pasado de entre del 97 al 98 %" por lo que "la mayoría de los problemas está entre la Copa y en el usuario". Y aquí es donde debería responder entonces, el municipio que se encarga de la distribución a través de las mallas domiciliarias.
En tanto, para el jefe comunal, su postura sobre el cobro del agua será aceptarla siempre y cuando se garantice la provisión. "Lo que planteo es que antes de empezar a cobrar (el agua) hay que dar solución: garantizar los servicios y plantear a la sociedad que pague el agua", recalcó. De todos modos, se debe avanzar en un plan de trabajo.
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