Su voto fue el que más polvareda levantó y ahora, sus declaraciones seguro que van a recalentar la polémica. Ayer admitió que a la hora de fijar posición respecto a una ley de protección de glaciares él no apoya una postura tan extrema como la de Bonasso, ni tampoco tan permisiva como la del proyecto Filmus. Por eso está impulsando en el recinto una tercera postura que está cayendo muy simpática en las filas del PRO y del peronismo disidente al que pertenece Ibarra, al punto de que ya habría una veintena de legisladores dispuestos a apoyarla.
¿Qué impulsa esa postura?: Ni la prohibición extrema al desarrollo industrial y minero que promueve Bonasso en la zona periglacial; ni el permiso -extremo, a su entender- de la ley Filmus que acotó la definición de periglaciar a una terreno más chico, lo que permitiría por ejemplo la actividad extractiva del proyecto Pascua-Lama que tiene cerca de uno de sus extremos un par de glaciares.
"Yo la llamo ley antiavaricia", dice Ibarra, quien sostiene que en caso de prosperar su postura Pascua-Lama debería ceder terreno -la parte que está más cerca de los glaciares no se podría tocar para extraer minerales-, con lo cual tendría que resignarse a explotar la parte del yacimiento que esté más lejos, fuera del periglaciar. Definir donde empieza esa zona será la nada fácil tarea que tendrá que discutirse en caso de que este proyecto prospere.
"Yo sí quiero que se de el desarrollo minero, pero no en la zona periglaciar", explicó Ibarra al argumentar su voto a favor del proyecto Bonasso. "En realidad, yo lo voto en general, pero en disidencia con algunos artículos", dijo ayer, al explicar a DIARIO DE CUYO en detalle su postura. Eso permitió descubrir que Ibarra no está en contra de la minería como se pensó en un primer momento. "Hay un amplio sector que quiere proteger los glaciares y que haya desarrollo minero. Yo apoyo eso, entonces digo que cuando haya un glaciar cerca, no se pueda hacer minería. La llamo ley antiavaricia, porque las mineras tendrán que resignar una parte de lo que tienen. Si hay oro o plata cerca de un glaciar no podrán tocarlo, deberán limitarse a sacar de la parte que no toque la zona periglaciar. Creo firmemente que el entorno de los glaciares es el que genera las condiciones para que esté el glaciar", explicó.
En ese sentido el legislador agregó que también quiere mayor flexibilidad -siempre comparado con el proyecto Bonasso- para que se permita la posibilidad de estudiar las obras estratégicas y de bien público en las provincias, previa realización de estudios de impacto ambiental. De esa forma sería positivo para la construcción, por ejemplo, del túnel de Agua Negra que atraviesa la cordillera entre San Juan y la cuarta región de Chile, en zonas próximas a glaciares.
Al recinto
La polémica por la ley de glaciares nació el martes pasado, cuando se reunieron las comisiones de Minería -que preside el sanjuanino Daniel Tomas- y la de Recursos Naturales -que preside Bonasso-, para definir qué proyecto se lleva al recinto. Ambas iniciativas son diametralmente opuestas, ya que el de Bonasso no permite actividad minera ni industrial en la zona aledaña a los glaciares (periglaciar), mientras que el de Filmus -que ya fue votado por unanimidad en el Senado- sí.
Ambos proyectos irán al recinto: El de Bonasso, votado por mayoría -cosechó 23 votos- es el mismo que vetó la presidenta y va con dictamen de cámara iniciadora. El de Filmus -tuvo 17 votos, con la ausencia de varios diputados- fue votado por unanimidad en el Senado. Una simple mayoría en Diputados, cuando en la sesión se trate el tema, lo convierte automáticamente en ley.
Ayer las repercusiones de la votación que la abrió la puerta al proyecto antiminero no se hicieron esperar. Daniel Tomas dijo que "no sabemos por qué en el senado la oposición apoyó el proyecto Filmus, y ahora hombres de sus filas votaron en contra". Por su lado el diputado Juan Carlos Gioja dijo que Ibarra "no sabe lo que vota", en alusión a que forma parte del peronismo disidente, es decir, de la misma oposición que apoyó en el senado el proyecto Filmus. "Yo sí sé lo que voto", retrucó ayer Ibarra. "El no sabe, porque fue quien el 22 de noviembre de 2007 votó este mismo proyecto que luego vetó la presidenta", agregó.
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