El presidente ejecutivo de BP, Tony Hayward, se ha visto bajo una creciente presión por el derrame, causado después de que el mes pasado la plataforma marina Deepwater Horizon, alquilada por BP, se incendiara y se hundiera, causando la muerte de 11 trabajadores. Hayward dijo que no creía que su empleo corriera peligro como consecuencia del desastre, pero agregó "que, esa posibilidad, por supuesto, podría cambiar".
Desde el accidente, el pozo que BP estaba perforando ha estado arrojando a borbotones en el mar unos 5.000 barriles de petróleo diarios. Las declaraciones de Hayward se produjeron en momentos en que BP intentaba llevar hasta el fondo una segunda campana metálica con la esperanza de colocarla sobre la principal fuga de petróleo y transportar una parte sustancial del combustible a un barco en la superficie. La semana pasada, BP fracasó en un primer intento con una campana de mayor tamaño.
El gobierno de Estados Unidos dice que BP es responsable del derrame y deberá asumir los costos de las operaciones de limpieza. Algunos funcionarios estadounidenses han calificado de inadecuada la respuesta de la compañía al desastre.
BP ha sido especialmente vulnerable a las críticas ya que es, con gran ventaja, la compañía que realiza más operaciones de exploración petrolera en aguas profundas entre las grandes empresas del sector. Algunos en la industria han dicho que una empresa con un negocio tan extenso en perforaciones a grandes profundidades debería haber tenido planes de contingencia mucho mejores para tratar una fuga de crudo de este tipo.
En una entrevista con un pequeño grupo de periodistas el miércoles por la noche, Hayward admitió que el gigante petrolero británico no contaba con la tecnología adecuada para detener la filtración y dijo que, en retrospectiva, "probablemente era verdad" que BP debería haber hecho más para prepararse en caso de una emergencia de este tipo.
"Está claro que encontraremos cosas que podemos hacer de forma diferente, recursos que podríamos haber tenido disponibles para desplegarlos al momento, en lugar de crearlos sobre la marcha", admitió.
BP ha creado un gigantesco centro de operaciones en sus oficinas en Houston para dirigir la respuesta al desastre de la plataforma Deepwater Horizon, movilizando a 500 personas de 160 compañías en todos los ámbitos de la industria petrolera. En un salón, varios ingenieros operan robots submarinos para realizar tareas en la fallida válvula de cierre, que se encuentra en el lecho marino a una profundidad de un kilómetro y medio. Los expertos siguen el progreso de los robots en tiempo real en enormes pantallas de video.
Hayward hizo los comentarios después de los dos días de audiencias en el Congreso estadounidense en las que BP, Transocean ?la compañía suiza propietaria y operadora de Deepwater Horizon? y Halliburton Co. ?que realizaba servicios en la plataforma para BP? se echaron mutuamente la culpa del desastre medioambiental.
Los legisladores estadounidenses criticaron a BP después de que varios testimonios divulgados por investigadores del Congreso mostraron que directivos de la petrolera decidieron seguir adelante con varias operaciones en la Deepwater Horizon a pesar de que algunas pruebas sugerían que se podía estar filtrando gas altamente inflamable en el sistema de extracción de crudo. Hayward declinó hacer comentarios sobre estas declaraciones, argumentando que era demasiado prematuro para especular sobre las causas del accidente.
BP ha puesto en marcha un enorme operativo de emergencia para tratar de contener la fuga de crudo, hasta el momento sin resultados positivos. Después de fracasar en su intento de activar una válvula de cierre por medio de robots submarinos, la petrolera descendió hasta la fuga una campana de contención de 100 toneladas. Sin embargo, la estructura metálica especialmente construida para la operación no pudo lograr su objetivo después de que la presencia de gas cristalizado la hiciera inservible.
Además de usar una segunda campana, BP también planea bloquear la válvula de cierre fallida inyectando materiales como neumáticos, trozos de cuerda y bolas de golf. Una operación similar se usó para apagar las plataformas petroleras incendiadas por las tropas iraquíes en retirada en Kuwait después de la primera Guerra del Golfo.
Aunque reconoció que las operaciones en el suelo marino de BP han fracasado, Hayward defendió los esfuerzos de la petrolera para contener la filtración y revenir que el crudo llegue a las costas.
Pero el ejecutivo admitió que la petrolera cometió algunos errores en sus primeros intentos por compensar a las personas afectadas por el derrame petrolero.
Por ejemplo, BP causó ira entre los residentes locales al distribuir contratos a quienes reclamaban el pago de daños y perjuicios que les impedía realizar reclamos futuros.
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