La exploración de petróleo en la plataforma continental argentina por parte de compañías vinculadas con la actividad en el país será uno de los pilares que levantará el Gobierno en los próximos meses para defender la soberanía en el mar. La iniciativa se da en medio de la pelea que mantiene la Cancillería con Gran Bretaña debido a la búsqueda de petróleo en las Islas Malvinas por parte de empresas inglesas.
La estrategia oficial fue deslizada por Exequiel Espinoza, el presidente de Enarsa, la compañía estatal de energía, que tiene por ley la jurisdicción petrolera en todo el mar argentino que no haya sido adjudicado al momento de su creación, en 2004.
Espinoza aseguró a El Cronista que “desarrollar los recursos energéticos en el mar es una forma de defender la soberanía”. El funcionario repitió la misma frase en varias ocasiones durante su pasaje por una reunión de petroleros que se realizó ayer en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).
Desde febrero, el gobierno británico de las Islas intenta confirmar la existencia de gas y petróleo en el mar en cantidades comerciales. En marzo, Desire Petroleum anunció que el petróleo encontrado en el primer pozo no era comercialmente viable y la también británica Rockhopper está en una situación similar. En todos los casos, la Cancillería rechazó con vehemencia los intentos británicos por apropiarse de esos recursos.
La estrategia oficial comenzará a mostrar señales visibles en los próximos cinco meses. En octubre, Enarsa abrirá una nueva licitación para concesionar áreas de exploración petrolera –de muy alto riesgo y por eso poco atractivas para la industria– en el mar. La compañía tiene bloques en 10 cuencas sedimentarias. Entre ellas figuran las de San Julián, frente a las costas de Santa Cruz; la Austral, en las cercanías de Tierra del Fuego y la Cuenca de Malvinas, al límite del territorio que hoy está en manos de Inglaterra.
Espinoza, que reclamará a cualquier inversor interesado en encarar desarrollos en el mar una participación para Enarsa, comenzará a difundir las características del mar argentino en el mundo “luego del verano europeo”, según confirmó.
El pozo más profundo
El otro hito en la estrategia oficial tiene que ver con un proyecto privado. Se trata de la perforación del mayor pozo en aguas profundas que se hizo hasta el momento en la Argentina (la superficie y el lecho marino están separados allí por 1.500 metros de agua).
El emprendimiento está a cargo de YPF, que es la operadora y tiene un 33,5%, Pan American Energy (33,5%) y la brasileña Petrobras para explorar en la Cuenca de Malvinas.
Si bien está en jurisdicción argentina, el pozo será equidistante entre las Islas y Tierra del Fuego. En rigor, las compañías comenzaron a planificar esa iniciativa antes de la escalada en el conflicto entre la Argentina y Gran Bretaña por el petróleo, pero en la administración de Cristina Fernández no pasan por alto la señal política que se le da Inglaterra.
De acuerdo con la información del titular de Enarsa, que no participa en el proyecto, “la perforación se hará entre noviembre y diciembre de este año”.
La preocupación del Gobierno por la soberanía de los recursos naturales en Malvinas ya llegó al Ministerio de Defensa, a cargo de Nilda Garré. En el mismo encuentro del que participó Espinoza, Adolfo Koutoudjian, profesor de Geopolítica de la Escuela de Defensa Nacional y asesor de Garré, aseguró que “el Atlántico occidental es el vientre blando de la Argentina”, parafraseando una afirmación de Winston Churchill. Y deslizó que los conflictos en la zona serán cada vez mayores en la medida en que se descubran más recursos naturales.
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