El municipio de Plaza Huincul dio un paso adelante en el debate sobre el sistema hídrico de la comarca petrolera al presentar una agenda de discusión a la Provincia. Pero de poco servirá esta iniciativa en las actuales circunstancias: ¿cuánto se podrá decidir sin incluir a Cutral Co en el debate? Muy poco, ya que tarde o temprano tanto Huincul como el EPAS deberán sentarse a hablar con el municipio vecino y entonces allí tendrá que reevaluarse todo lo que se haya acordado antes.
Por qué Cutral Co no se sienta en la mesa es fácil de deducir. No quieren negociar con la espada de Damocles sobre la cabeza, porque en cualquier momento el gobierno provincial tiene la posibilidad de activar el juicio iniciado por el pago del agua entregada a granel e incautar parte del presupuesto municipal. Con esa acción cautelar podría detener efectivamente todo el funcionamiento de las comunas.
Reclamos
En la conferencia brindada por el subsecretario de Servicios Públicos, Gustavo Nagel, se notó claramente que para la Provincia el reclamo por el pago del agua no está desestimado mientras que para la Municipalidad de Plaza Huincul sí. Es decir, el intendente Alberto Crespo sabe que la demanda está en la Justicia pero “suspendida”, es decir que no se van a realizar acciones para que avance. En Cutral Co prefieren dar la pelea judicial primero, si es necesario, antes que sentarse a una mesa de discusión sin ningún poder de decisión.
En este contexto, es un avance que se trabaje en distintos puntos relacionados con la producción, transporte, distribución del agua y sus efluentes. Plaza Huincul quiere incluir allí importantes modificaciones para la planta de tratamiento de efluentes, un anhelo de muchos vecinos de la zona de chacras pero también del barrio Otaño. La eliminación del agua cruda de las redes cloacales en un problema ambiental que todavía está lejos de solucionarse. Pero este podría ser el primer paso.
Allí aparece otro inconveniente difícil de resolver: la discusión sobre las características de los efluentes que deben llegar al zanjón debe darse en el Concejo Deliberante. Y allí la situación está difícil para Crespo, que tiene más amigos entre sus enemigos. Además requeriría una investigación técnica que no será sencilla de llevar delante de un día para el otro. Los concejales deberán evaluar cuestiones tales como la cantidad de hidrocarburos que se podrá tirar al zanjón y ello no es fácil de determinar.
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