La compañía British Petroleum (BP) comenzó ayer a recoger parte del petróleo que se derrama desde hace casi un mes en el Golfo de México después de haber insertado un tubo en la fuga principal del pozo, el mismo día en que un grupo de científicos denunció que el mal uso de disolventes podría haber provocado unas inmensas columnas de crudo bajo la superficie.
"Estamos viendo cómo sube petróleo y gas a la superficie [por el conducto]", anunció el vicepresidente de BP, Kent Wells. Se trata de la primera vez que la compañía logra capturar crudo desde el 20 de abril, cuando una explosión destruyó la plataforma Deepwater Horizon y mató a 11 trabajadores.
Wells dijo que aún no sabe la cantidad de hidrocarburos que está llegando al barco, el Discoverer Enterprise, que está almacenando el petróleo y quemando el gas. Los expertos de BP intentaban desde el viernes insertar el tubo mediante robots submarinos en la principal fuga del pozo, localizada a unos 1600 metros de profundidad. Lograron hacerlo al filo de la medianoche, y el sistema operó durante unas cuatro horas.
Sin embargo, el mecanismo dejó de funcionar cuando el conducto, de unos 10 centímetros de diámetro, se enredó en algunos de los cables usados en la operación, la primera realizada a esa profundidad. Ayer consiguieron colocar nuevamente el tubo, en el que se está inyectando agua y metanol para evitar la formación de cristales de gas, los cuales podrían impedir el flujo de los hidrocarburos a la superficie.
BP también está usando productos químicos en la fuente del crudo para diluirlo en pequeñas gotas, lo que facilita su absorción por microorganismos marinos.
Un grupo de científicos advirtió ayer que ese procedimiento puede haber provocado la formación de enormes columnas de petróleo que se han encontrado bajo la superficie del Golfo de México, al retrasar el ascenso del petróleo a la superficie. Las columnas no son visibles en las imágenes de satélite que ha usado el gobierno para analizar el volumen de petróleo que sale del pozo, lo que podría indicar que el vertido es mayor que lo calculado oficialmente.
Una de esas acumulaciones de crudo tiene una extensión de 16 kilómetros de largo por 5 kilómetros de ancho, según los expertos.
El nivel de oxígeno en algunas zonas cercanas a las columnas ha caído un 30 por ciento y sigue bajando, de acuerdo con sus cálculos, lo que pone en peligro la vida marina en la zona.
El gobierno de Estados Unidos ha calculado que del pozo salen unos 5000 barriles de petróleo por día, pero algunos científicos afirman que el volumen real podría encontrarse entre los 25.000 y 80.000 barriles diarios.
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