La petrolera British Petroleum (BP) logró ayer por primera vez en tres semanas bombear parte del crudo que se derrama en el Golfo de México gracias a una especie de aspiradora submarina gigante. Se trata de un tubo de 1,5 km de longitud que se insertó en el ducto dañado y lo conecta con un buque cisterna, anunció la empresa. Pero por ahora es un avance limitado, ya que la tubería se movió y la operación debió suspenderse.
El vocero de BP, Mark Proegler, dijo que la "aspiradora" de 15 cm de grosor que la empresa intentaba instalar desde el viernes fue insertada en el pozo de 50 cm de diámetro que sufre la fuga, mientras los tripulantes del buque tomaban control parcial del derrame.
Los intentos previos de emplear las válvulas de emergencia y el contenedor de 100 toneladas no habían logrado detener o reducir el derrame que se inició el 20 de abril, cuando una explosión destruyó la plataforma petrolera Deepwater Horizon y mató a once trabajadores. Desde entonces se han arrojado millones de litros de crudo al Golfo de México, lo que amenaza la vida marítima, la pesca comercial y la industria turística desde Luisiana hasta la Florida.
Pero la operación fue suspendida ya que el tubo se desplazó de su anclaje. Esto es "decepcionante" pero no sorprendente, afirmaron las autoridades estadounidenses.
Un comunicado de BP habló de una "prueba exitosa" y dijo que habrá un nuevo intento. Pero igualmente no se podrán recuperar de forma total los 800.000 litros de petróleo, según las estimaciones oficiales, que se vuelcan a diario en las aguas del Golfo de México.
Científicos advirtieron que el volumen de crudo que escapa del pozo sería de cinco a 20 veces superior al estimado. Así se entiende tras la aparición de enormes capas de petróleo en las profundidades del mar que no habían sido captadas por las imágenes de satélite, afirmó a The New York Times la investigadora de la universidad de Georgia, Samantha Joye.
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