El dique derivador Tasigasta que el Gobierno provincial construirá sobre el cauce del río Dulce, en el departamento Atamisqui, no sólo mejorará la administración del agua y evitará inundaciones, sino que incorporará al sistema productivo santiagueño una región de más de 2.700.000 de hectáreas.
Así lo resalta un detallado informe al cual EL LIBERAL tuvo acceso, y en el que se exponen una serie de beneficios de un proyecto integral que busca cambiar la realidad de una zona hoy postergada. Principalmente, se destaca que permitirá un manejo equilibrado de la distribución del agua en la cuenca inferior del río Dulce, para lograr un desarrollo armónico y sostenible de esta porción del territorio provincial que actualmente tiene problemas por falta de agua.
El presupuesto de los trabajos asciende a 110 millones de pesos y es el gobernador Gerardo Zamora quien está al frente de las gestiones ante organismos de crédito, como el Banco Mundial, para conseguir el financiamiento del proyecto.
La ubicación de la obra de control y derivación del río en Tasigasta está prevista a unos 8 kilómetros de Villa Atamisqui. Tiene como principales objetivos posibilitar un adecuado manejo de los bañados (1.900.000 hectáreas), resolver los efectos depredatorios de las crecidas del río Dulce aguas abajo y proveer de agua para consumo de personas, ganado, industrias afines y huertas familiares en una importante región del sur santiagueño (2.700.000 hectáreas).
Descripción
La obra consiste en un cierre de 220 metros de longitud sobre el cauce del Dulce, con una altura sobre el nivel de lecho de 6 metros. El cierre se hará con hormigón y tendrá una pantalla de impermeabilización en sus paredes internas para evitar filtraciones. El cuenco disipador tendrá dos compuertas de restitución al río para permitir la limpieza de materiales de arrastre.
Se prevé que el embalse pueda contener a una importante cantidad de peces, lo que favorecerá al mantenimiento del ecosistema natural. Habrá una toma en cada margen: la de la izquierda derivará 3.000 metros cúbicos por segundo y alimentará al Acueducto del Sudeste que suministrará agua potable, para ganado, uso industrial y para huertas familiares, al Sureste santiagueño y Noroeste santafesino, abarcando una región de aproximadamente 50.000 kilómetros cuadrados.
El canal de la margen derecha derivará hasta 400 metros cúbicos por segundo y conducirá agua para las poblaciones que quedaron sin suministro al cambiar el curso del río, para el área de los bañados y para disminuir los efectos no deseados de las crecidas.
El vertedero permitirá el paso de una crecida de hasta 2.100 metros cúbicos por segundo, que es el caudal que puede descargar la presa de Río Hondo. El cierre de la presa será completado con dos terraplenes laterales.
Para los diseñadores de la obra, los beneficios del proyecto integral son varios: control de inundaciones; provisión garantizada de agua para servicios de agua potable, industria, ganadería; menor contaminación de aguas superficiales y subterráneas; regularización del régimen fluvial del río. Además, se dispondrá de un espejo de agua y bañados aptos para el ecoturismo.
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