A partir de la inquietud por amenazas, del Vertedero “Cateura”, gigantesco basural de residuos, situado en las afueras de Asunción, sobre el río Paraguay, que junto a sus afluentes, vienen causando un fuerte impacto negativo en el medio ambiente no solamente local sino regional, fundamentalmente en el caso de nuestra Provincia, poniendo en alerta a los concejales de la segunda ciudad de Clorinda, quienes advierten que es necesaria la intervención de las autoridades federales competentes.
Es que en este contexto, la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, en una causa iniciada ya en el año 2005, cuando se encontraba al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto el Dr. Rafael Antonio Bielsa, siendo Secretario de Relaciones de dicha cartera Jorge E. Taiana y Cónsul de la República del Paraguay en Formosa, Juan Moisés Adriz, se concretó una serie de diligencias por ante la Secretaria de Ambiente de la Republica del Paraguay –SEAM-, que permitió evitar que los líquidos tóxicos del basural de Cateura, conocido como lixiviado, llegara al río Paraguay. Se destaca que el mismo es un veneno muy peligroso para la salud humana y la fauna íctica.
Trámite actual
En la actualidad se prosigue con todas las actuaciones, sin que se adopte una decisión sobre otorgar un serio y amplio tratamiento a “Cateura” donde su módulo Nº4 se halla colapsado y menos aún frente a un fragante “Delito Ambiental”, la Municipalidad de Asunción no toma ninguna medida de mitigación urgente e incurre en un Delito Ambiental penado por la Ley 716 que establece multas y penas carcelarias a los infractores además de la inhabilitación para ocupar cargos públicos; según su Ordenamiento normativo vigente.
Frente a esto, la Defensoría del Pueblo, requirió con carácter de trámite preferencial a la Directora General de Asuntos Ambientales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Embajadora María Esther Bondanza, adopte, su área en forma urgente todas las medidas necesarias y eficaces que tengan por finalidad y único objetivo el cese de la contaminación del río Paraguay producido no solamente por los lixiviados del Vertedero Cateura, sino también por los efluentes que salen de la descomposición de la basura orgánica y que al mismo tiempo se mezclan con químicos y otras sustancias provenientes de baterías, pilas comunes, celulares y otros contaminantes, que ponen en peligro la utilización de este “curso de agua internacional”.
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