Tras un encuentro con el intendente Miguel Lunghi, los vecinos del paraje La Elena consideran que sus planteos comenzaron a tener eco y que está más pronto de concretarse el “anhelado sueño” de contar con agua para la barriada.
Días atrás, el presidente de la comisión vecinal, Ricardo Batelli, y un grupo de vecinos, fueron recibidos por el intendente Miguel Lunghi y el secretario de Obras Públicas, Mario Civalleri, para dialogar sobre la problemática que los ocupa desde hace varios años.
Durante el encuentro se trató la cuestión referida al agua corriente, seguridad y recolección de residuos, los nombres de las calles del barrio y ruta de acceso y los colectivos.
En cuanto al principal reclamo de la comunidad, la provisión de agua potable, Lunghi informó que, tras una comunicación con Edgardo Bortolozzi, titular del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), solicitó que se apruebe la tan anhelada obra, que fue pedida a la Nación juntamente con la de Cerro Leones y aún está pendiente de aprobación.
“Nos pidieron tener paciencia y que debemos presentar algunos requerimientos solicitados por el ente. De todas formas, hemos enviado notas a distintos entes gubernamentales sobre este tema”, señalaron los integrantes de la comisión vecinal en una nota enviada a esta Redacción.
Los habitantes del paraje consideraron que este avance les dio “un respiro”, y que además “se va acercando este sueño tan anhelado para dejar de padecer esta falta elemental”.
Otros puntos del reclamo
En cuanto a la solicitud por mayor seguridad, indicaron que actualmente cuentan con patrullaje rotativo por las calles del lugar, punto que se acordó tras una reunión con el director de Prevención Comunitaria, Pablo Esquivel, y con el comisario de la Seccional Segunda, Walter Gil, a la cual concurrió además una gran cantidad de vecinos.
Por su parte, Civalleri se comprometió a transmitir la situación relativa a la recolección de residuos al área comunal correspondiente.
En cuanto a las calles del barrio, aseguraron que “no tienen nombre”, motivo por el que se envió nota al Concejo Deliberante con el plano del barrio donde figuran los nombres tentativos elegidos por los vecinos.
A su vez, la comisión se dirigió al cuerpo mediante una nota a los efectos de plantear una inquietud referente a la inseguridad que presenta la angosta ruta que va desde fin de la avenida Juan B. Justo hasta la rotonda de La Porteña, cruce con la Ruta 30.
“Es conocido el grado de accidentes que ha cobrado a lo largo de los años, choques y muertes, por lo que le planteamos al Concejo efectuar algunas mejoras hasta que haya presupuesto oficial para efectuar la obra de una nueva cinta asfáltica más segura”, manifestaron.
Por otro lado, señalaron que sería conveniente ensanchar la banquina, correr los palos de luz, pasar la máquina topadora y dar un lugar de escape prudencial con mantenimiento periódico para efectuar alguna maniobra de emergencia. También marcar nuevamente línea central reglamentaria, debido a que se ha ido perdiendo el color por la gran circulación de vehículos e inclemencias del tiempo.
Asimismo hicieron referencia a “ciertos irresponsables” que utilizan el estrecho recorrido como circuito de carrera para picadas, aprovechando las ondulaciones del paisaje. Se trata de un trayecto sumamente concurrido por vecinos y por aquellos que asisten a establecimientos educacionales como la Escuela Ramón Santamarina y jardín de infantes, alrededor de 1.300 personas.
“Creemos que el mantenimiento se podría efectuar con poco presupuesto hasta que haya partida presupuestaria acorde para su ampliación, brindando seguridad y embellecimiento a una de las más importantes entradas que tiene nuestra pintoresca ciudad”, concluyeron.*
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