El pedido público que la gobernación de Entre Ríos hizo a la Asamblea de Gualeguaychú para liberar el puente General San Martín abrió una cuota de expectativa en Uruguay, aunque la desconfianza con la Argentina pone límites a esa sensación. Justo ayer, cuando se conoció la carta del gobernador Sergio Urribarri, trascendió un nuevo foco de conflicto entre los dos países.
El gobierno de José Mujica considera el caso presentado por el Centro de Navegación de Uruguay, que denunció que la Argentina procura impedir que las exportaciones de ese país rumbo a Brasil hagan escala en Uruguay, aun cuando estén en calidad de tránsito. Según informó el diario El Observador , Mujica planteará el problema a Cristina Kirchner el 4 de junio en la estancia presidencial de Colonia. Allí analizarán la implementación del fallo de la Corte de La Haya y otros temas bilaterales, energéticos y de transporte marítimo.
La nueva traba, según empresarios uruguayos es impuesta mediante amenazas de la administración Kirchner a empresas que precisan licencias de exportación y buscan salida al exterior vía Montevideo, se suma a otras restricciones al comercio bilateral.
Este caso, replantea la vieja disputa portuaria del Plata. El negocio del transbordo (mercaderías argentinas o regionales que llegan en buques chicos para reembarcarse en Montevideo en barcos oceánicos) representa más de la mitad del volumen operado en la terminal oriental.
Por ejemplo, una exportación que sale desde Rosario, Zárate o algún otro puerto al que no llegan los buques oceánicos, hace el transbordo en Montevideo. No lo hace en Buenos Aires, donde sí recalan los grandes barcos, por limitaciones de cabotaje y aduaneras. El movimiento entre puertos argentinos debe hacerse en barcos de bandera argentina, que prácticamente no existen, tras la desaparición de la marina mercante. Si la exportación hace transbordo en puertos argentinos, sólo se cobra cuando sale del último puerto, mientras que si el transbordo lo hace en Montevideo, la venta se cobra en el puerto de origen.En Uruguay, el caso se ve como una muestra de que la Argentina no tiene reciprocidad con Mujica y su iniciativa de habilitar a Néstor Kirchner a la Unasur
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