El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer la creación de una comisión independiente para investigar el derrame de petróleo en el golfo de México, que ya lleva un mes y que la empresa British Petroleum (BP) aún no logra controlar.
El trabajo de la comisión, que se creará por una orden del Ejecutivo, será similar al que otras realizaron con la explosión en enero de 1986 del transbordador “Challenger” y el accidente en la planta nuclear de Three Mile Island, ocurrido en 1979 en Pennsylvania.
Tendrá en cuenta las investigaciones que científicos y universidades han venido llevando a cabo desde mediados del mes pasado y deberá analizar ejes como las prácticas de la industria, la seguridad en las plataformas petrolíferas, las normas reguladoras federales, estatales y locales y la supervisión efectuada por el gobierno. La comisión será independiente, lo que significa que no podrán participar de ella funcionarios de la actual administración.
Varios legisladores demócratas venían presionando al gobierno estadounidense para que creara un equipo para relevar el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon, operada por British Petroleum y el derrame que se originó a raíz de la explosión del 20 de abril último y que costó once vidas. Obama había prometido el viernes último poner fin a la “cómoda relación” existente hasta ahora entre las empresas petroleras y los organismos oficiales encargados de supervisarlas. El líder de la Casa Blanca no escondió su enojo frente a las compañías y reconoció que la situación puede volverse “catastrófica” en el golfo de México. Por lo pronto, el director estadounidense de Programas de Prospección de Petróleo y Gas, Chris Oynes, renunció ayer a su cargo, en lo que fue la primera baja de la gestión Obama tras el derrame de petróleo que promete ser más difícil de controlar de lo previsto.
Entretanto, los meteorólogos no trajeron buenas noticias para Washington. Los científicos están advirtiendo que se aproxima una estación inusualmente activa de huracanes, que podría perjudicar seriamente a las operaciones que el gobierno y BP están realizando. Ejecutivos de la petrolera declararon anoche que el caño insertado en la boca de uno de los pozos está exitosamente capturando una quinta parte de ese vertido y llevando el combustible hasta una cisterna en la superficie. Se mostraron optimistas acerca de la posibilidad de incrementar en los próximos días la cantidad de petróleo que absorba esa cañería, aunque reconocieron que ésta no es la “solución al problema”. |
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