A pesar del alivio que significará para las finanzas provinciales la refinanciación de la deuda por parte del Estado nacional -su principal acreedor-, lo que implicará mayor disponibilidad de efectivo para gasto corriente, el Gobierno no descartó el pedido de créditos en el mercado de capitales para financiar obra pública.
El titular de Hacienda, Mamerto Acuña, se mostró cauto sobre el impacto que en los números del Presupuesto tendrá la aplicación del Programa Federal de Desendeudamiento anunciado la semana pasada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. "La situación va a mejorar, pero no como se piensa", evaluó el funcionario, quien tenía previsto viajar a Buenos Aires para conocer la "letra chica" del decreto presidencial.
Acuña dijo que en el canje de la deuda entrarán unos 1.200 millones de pesos que la Provincia debe a la Nación, y que por la postergación de los vencimientos y la refinanciación, se liberarán unos 15 millones de pesos mensuales de las transferencias, que se debitan automáticamente de la coparticipación federal.
Recordó que en el Presupuesto 2010 se habían hecho previsiones de endeudamiento por 320 millones de pesos, de los cuales 200 eran para financiar la obra pública.
Explicó que a pesar de la refinanciación, sería preciso tomar los créditos, aunque dejó esto en suspenso hasta tener más información sobre el instrumento firmado por la Presidenta. Una de las obras que aún espera financiamiento es, por ejemplo, la segunda parte del Acueducto.
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