El reclamo histórico argentina para forzar a Gran Bretaña a sentarse a negociar la soberanía de las islas Malvinas provocó ayer un nuevo cruce diplomático con Londres, donde la flamante administración de David Cameron volvió a apelar a los “deseos” de los isleños. La presidenta Cristina Fernández advirtió que es una “equivocación” la negativa británica y anunció que la Argentina “seguirá insistiendo”.
Además, desde una tribuna internacional, la clausura de la VI Cumbre de presidentes y jefes de gobierno de la Unión Europea y América Latina, cuestionó el doble estandar donde países más poderosos obligan a cumplir resoluciones de las Naciones Unidas mientras no están dispuestos a ellos mismos cumplirlas.
“Hay una lectura en términos políticos de la manifestación del funcionario del gobierno del Reino Unido, y es que es una equivocación”, dijo la Cristina al tomar conocimiento de un comunicado emitido por la administración de David Cameron, en el que respondió a una declaración previa de la Presidenta pidiendo abrir las negociaciones.
“Si hay algo que queremos todos es apelar al multilateralismo, en el sentido de que no sólo los países menos poderosos sean obligados a cumplir las resoluciones de las Naciones Unidas”, dijo apuntando a la actitud del Reino Unido de desoir las resoluciones de las Naciones Unidas que cada año en el comité de descolonización aprueba un llamado a la negociación.
Además, aclaró que ‘la convocatoria es de las Naciones Unidas, no de la Argentina, y a ambos países, para que se sienten a dialogar, sobre las Islas Malvinas‘ y advirtió que ‘negarse al diálogo no habla de alguien que quiera formar parte de una sociedad sujeta al derecho internacional‘
“Vamos a seguir insistiendo en cumplir de la resolución de las Naciones Unidas que indica que debemos dialogar” y criticó que “no puede haber un doble standard” en estas situaciones. “Sostener la soberanía a 14 mil kilómetros de distancia resulta bastante difícil y si significa el aprovechamiento de recursos no renovables, un mal ejemplo”, censuró.
Fernández había pedido a Gran Bretaña reanudar las negociaciones por la soberanía de las Islas Malvinas, durante la VI cumbre de Madrid, pero el gobierno de Cameron, inmediatamente, replicó que no puede haber negociación hasta tanto los propios isleños lo deseen.
Pero, con celeridad, el nuevo gobierno británico difundió un comunicado por el cual advirtió que “no puede haber una negociación” con Argentina sobre la soberanía de las Malvinas “hasta que los isleños lo deseen”.
El texto firmado por el secretario de Estado para América Latina, Jeremy Browne, también afirma, en respuesta a la declaración en Madrid de la Presidenta, que el Reino Unido “no tiene dudas” sobre su soberanía sobre estas islas del Atlántico Sur y defiende el principio de autodeterminación de las Naciones Unidas.
“No puede haber negociación sobre la soberanía a menos que y hasta que los isleños de las Falklands (Malvinas) lo deseen”, indica el texto.
También indicó que “mientras no estamos de acuerdo con Argentina sobre las islas Falklands, tenemos una relación estrecha y productiva en otros asuntos” entre los que menciona los económicos, en el marco del Grupo de los 20 (países desarrollados y emergentes) y el cambio climático. El comunicado de Browne recuerda que el Tratado de Lisboa reafirma la posición de la UE, de que las Islas Malvinas son territorio de ultramar del Reino Unido.
|
|
|